El arsenal ofensivo del Oviedo no acaba en su máximo goleador. Miguel Linares lleva esta temporada unos registros espectaculares y con 28 tantos no sólo es el máximo goleador de la categoría sino que amenaza el récord de Segunda B. Un honor que ostenta Chili, exjugador de la Gimnástica Torrelavega con los 31 tantos que logró en la temporada 1999-2000. Pero a medida que se acerca la promoción de ascenso el resto de atacantes azules se va afinando para que la variedad en el conjunto azul sea máxima.
En los últimos siete partidos el equipo de Egea ha marcado nueve goles que han tenido seis autores diferentes (sin contar que uno de ellos fue en propia puerta, el que lograron en la derrota por 1-2 ante el Tropezón). Ningún jugador ha marcado en más de un partido en ese periodo de siete encuentros y tan solo dos, el propio Linares y Borja Valle, han conseguido un doblete.
Cervero reivindicó su estatus de goleador y su instinto en los partidos importantes para hacer un tanto que permitía al Oviedo empatar (1-1) en Compostela y asegurar así el campeonato de liga. Un gol que evitaba a su vez que los azules encadenaran dos jornadas seguidas perdiendo por primera vez esta temporada y que permitió al Oviedo celebrar con más alegría su meritorio primer puesto en el grupo 1 de Segunda División B.
Este tramo de siete partidos empezó con un tempranero gol de Susaeta ante el Lealtad. Fue el único del partido y permitió al Oviedo ganar en Les Caleyes. Susaeta, con siete tantos, es el tercer máximo goleador del Oviedo. Una de las grandes virtudes del vasco es su talento a balón parado. Así logró el tanto ante el Lealtad y así ha servido muchos otros a sus compañeros a lo largo de esta temporada y de la pasada.
Dos jornadas consecutivas se tiró el Oviedo sin marcar. La seguridad defensiva de los azules les permitió que en ambas ocasiones sumaran un punto con los empates a cero ante Murcia y Langreo.
Ante el Astorga se reencontró con el gol el "Pichichi" Linares haciendo los dos tantos en la victoria por 2-0 de los azules ante el conjunto leonés. Llevaba tres jornadas sin marcar y tampoco hizo diana en los tres siguientes. Ante el Zamora no hizo falta porque en ese partido tres jugadores contribuyeron en la goleada (1-4) azul: Borja Valle (2), Sergio García y Dioni. Luego llegaron el gol en propia puerta ante el Tropezón y el decisivo tanto de Cervero en el campo del Compostela.
Un final de temporada en el que ha quedado demostrado que todos los delanteros del Oviedo están en disposición de colaborar si Linares no tiene el día. Ahí está la clase a balón parado de Susaeta, la velocidad de Sergio García, el oficio de Dioni, el talento de un Borja Valle que se ha destapado esta segunda vuelta en la faceta goleadora y, por supuesto, el olfato goleador de un Cervero que, juegue más o menos, ha demostrado que es de lo que siempre aparece en el mejor momento.
