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Fútbol Liga de Campeones

A Berlín pasando por Munich

El Barcelona confía en gestionar su ventaja de 3-0 frente al Bayern para clasificarse para la final de la competición en la capital alemana

Aunque parezca imposible, tras los 90 minutos del Camp Nou Barcelona está más cerca de Berlín que Múnich. Un 3-0 es un resultado muy bueno, "perfecto" llegó a calificarlo Luis Enrique tras la ida, y el Barça saldrá esta noche al Allianz Arena cargado de moral tras un fin de semana favorable. Pero sin exceso de confianza porque, como el técnico asturiano se ha cansado de repetir estos días, cosas más raras se han visto en el fútbol. A Luis Enrique le toca cortar de raíz el exceso de confianza, pero Guardiola lo tiene más difícil. El varapalo del Camp Nou ha despertado el entorno del Bayern, casi tan complicado como el del Barça, y ayer le tocó dar réplica a numerosas críticas.

"Aquí soy feliz y doy lo mejor, si es suficiente para las leyendas del club, para los periodistas, los veteranos, pues bien, porque yo hago lo mejor", replicó Guardiola, molesto por los rumores que apuntan a su marcha la próxima temporada al Manchester City: "He dicho 200 millones de veces que tengo un contrato de un año y me quedaré aquí. Eso es todo". Una respuesta que había exigido unas horas antes el presidente honorario del Bayern Munich, Franz Beckenbauer, que fiscaliza con su voz autorizada todo lo que ocurre en el club.

Pese a este ambiente enrarecido, Pep Guardiola se mostró realista sobre las opciones de su equipo de alcanzar la final: "Me gustaría hacer un gol cada vez que lleguemos, atacar, pero sé que el balón cuanto más rápido va, más rápido vuelve y el Barcelona se ha convertido en el mejor equipo del mundo al contragolpe. Son muy buenos en el control porque lo llevan en su piel. Si te desorganizas, te penalizan". Y, sin buscar excusas, contextualizó el partido: "Para meter goles tienes que jugar bien al futbol. Es un desafío y lo afrontamos con la dificultad de no tener a Ribery y Robben. Todos tienen desequilibrio. Nosotros lo tenemos, pero lesionados. Y con esto hemos tirado, sin la calidad especifica de los jugadores que han sido bandera de este club junto a Schwesteiger, Lahm y Müller".

Guardiola se cuidó de quitarle méritos al Barça: "Estamos con un 3-0 ante el mejor equipo de los últimos quince años". Guardiola ni siquiera aceptó de buen grado las palabras de Beckenbauer en las que le definía como "uno de los mejores entrenadores del mundo". El técnico catalán respondió: "No estoy aquí para ser el mejor entrenador del mundo. Esto, con perdón, es una mierda. Estoy aquí para ayudar al club y a mis jugadores . Hice lo que pude en Barcelona y aquí hago lo mismo. Es un sueño estar aquí. Quiero ganarlo todo".

Luis Enrique coincidió con Guardiola en el tipo de partido que le interesa al Barça: "A nosotros tampoco nos interesa un partido loco. Preferimos tener el balón y generar ocasiones a través de un dominio. Será difícil, porque el Bayern quiere lo mismo, seguro que en algún momento habrá que utilizar los espacios y atacar". El asturiano considera muy probable que el Bayern consiga algún gol, por lo que ve clave para su equipo marcar: "Si nos adelantamos en el marcador, se acerca la final". Aunque tiene contrato hasta junio de 2016, Luis Enrique rehuye en las últimas semanas las preguntas sobre su continuidad para la próxima temporada. Ayer insistió en que no es el momento: "Ante unas semifinales de la Liga de Campeones no tiene importancia hablar de lo que yo pueda hacer en el futuro".

Mientras, jugadores de tanto peso en el equipo como Mascherano destacan la labor del entrenador asturiano. "Yo no puedo comparar a este Barça con el de hace unos años, porque no están los mismos jugadores, ni tampoco el técnico. Aquel Barça de Pep fue grandioso y éste va camino de serlo. Este es un Barça competitivo y con hambre de gloria y ganas de conseguir mucho. Estamos a 90 minutos de lograr muchos objetivos".

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