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Fondo Norte

Un bocadillo entre dos semifinales europeas

Los efectos de los silbidos a Iker Casillas han acarreado más animación al partido de esta noche

En el bocadillo de dos semifinales europeas en las que se libran el sueño de la madre de todas las finales se ha colocado el conflicto de la convocatoria de huelga del fútbol español. La Audiencia Nacional falla hoy si la convocatoria es o no legal en una decisión que, una vez más, demuestra que este país está dirigido desde las instancias judiciales. El viernes pasado, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo una verdad como un templo cuando le preguntaron por el conflicto: que lo resuelva el fútbol, que ya estaba bien de meter la política en todo. De la política a la judicatura, cuyo fallo ya está anunciado: no se pueden suspender derechos fundamentales, y el derecho a la huelga es uno de ellos. Algún cantor de gesta asegura que no habrá huelga porque futbolistas que preparan su boda han consultado sobre si tienen que retrasarla y les han dicho en la AFE que no se muevan, que se jugarán los partidos en las fechas previstas.

La huelga entre el bocadillo de las semifinales europeas en las que pasará lo que tenga que pasar. Pasó lo que tenía que pasar en Munich y pasará lo que tenga que pasar esta noche en Madrid, donde los alrededores están más animados que en la ciudad alemana. En Madrid sólo con los pitos dedicados al capitán Casillas hay para escribir varios tomos de una historia que se viene repitiendo desde hace tiempo. Es admirable la solidaridad de los exporteros asturianos consultados por este periódico. Las opiniones de Juan Carlos Ablanedo, Sabino Zubeldia, Juanjo González y Claudio Silva están llenas de ponderación y conocimiento de los terrenos que pisan los porteros. Pero la realidad es la que es y no puede ser que en cada víspera de un partido los focos estén puestos siempre sobre el mismo.

Claro que todo lo anterior, por importante que esté siendo, queda difuminado por el verdadero foco y la verdadera cuestión: la marcha del Sporting del gran timonel. El final de temporada se ha echado encima de todos los competidores de esta Segunda División que no da tregua. Al Sporting sí que le va que haya o no huelga porque lo que tiene en juego es cuestión fundamental: ascenso directo o promoción de ascenso; cinco jornadas para sacar a la calle el autocar descubierto o nueve partidos más para resolver el soñado cambio de categoría. Ahora ya nadie esconde la bola de la realidad. El único que en estos días tiene que esconder la bola es Jony, de quien se esperan más pases como el del primero de Lugo. Ese tipo de pases es fútbol y lo demás tierra conquistada.

El próximo obstáculo a saltar por el equipo del gran timonel se llama Racing de Santander, equipo que ha sacado la cabeza desde el punto de vista institucional, pero que deportivamente está agobiado. La destitución del gran entrenador asturiano Paco Fernández no parece que les haya servido de mucho a los cántabros, que tienen la plantilla que tienen y que han perdido a Koné, su gran baza ofensiva, por lesión de larga duración. Por cierto, incluso en días como hoy las buenas costumbres han de ser mantenidas; si pregunto, ¿molesto?: ¿la huelga afecta a la Segunda B? Tres equipos asturianos se juegan la vida en el día final.

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