Partido muy táctico el vivido en la tarde de hoy en el estadio Carlos Tartiere entre dos equipos muy serios que buscaron no correr riesgos y que la calidad individual de sus jugadores decidiera en la finalización.

En esta pequeña partida de ajedrez salió algo mejor parado el Cádiz, de Claudio Barragán, gracias al gol conseguido por Jona al filo del descanso tras un fenomenal centro de Villar que lo dejó solo ante Esteban para empujar.

Pero el Real Oviedo no dio por perdida esta partida en ningún momento.

Desfavorable esta primera e igualada hasta ese momento batalla posicional, Sergio Egea decidió en la segunda mitad desordenar algo el tablero con sus cambios. En este segundo escenario los azules se sintieron mucho más cómodos e hicieron sufrir a los visitantes hasta el final, ya que no cejaron en la búsqueda de la victoria ni siquiera tras el empate de Cervero en el minuto 81.

El Carlos Tartiere vivió uno de los mejores ambientes de su historia. Prácticamente lleno, con una afición volcada y con la presencia de 1.500 gaditanos que no cejaron tampoco en sus ánimos.

Sergio Egea eligió para este encuentro a su once tipo.

Esteban; Nacho López, Vila, David, Bautista; Omgbá y Erice en el doble pivote, y Susaeta, Font, Valle y Linares en el ataque.

Comenzó el encuentro con dos equipos temerosos de cometer fallos. Las jugadas más peligrosas casi siempre procedían del balón parado, con muchos saques de esquina, pero generalmente los defensas se impusieron a los delanteros.

Con esta igualdad en el marcador, y en el juego, se encaraba el descanso pero Jona con su tanto desbarató los planes de casi todos los presentes con su tanto. Ninguno de los dos equipos merecía el tanto pero en el fútbol los goles no se merecen, se marcan.

Como decíamos Sergio Egea decidió buscar con el marcador en contra algo de desorden. Sergio García entró al terreno de juego para hacer valer su velocidad y Cervero su físico.

Poco a poco los locales se fueron haciendo con el mando ante un Cádiz muy ordenado. Pero el balón rondaba el área gaditana con continuidad y en cualquier jugada podía llegar el empate.

Estuvo muy cerca de conseguirlo Sergio García con un tiro lejano pero Aulestia lo evitó con una increíble parada poco antes de que el gran capitán, Diego Cervero, lograra el empate de cabeza en un centro lateral a falta de diez minutos para el final.

Lo siguió intentando el Oviedo hasta el pitido final pero lo más destacado en este tiempo fue la expulsión de Garrido que no podrá jugar el encuentro de vuelta.

Dos grandes equipos, gran igualdad y ventaja para el Cádiz al que le vale el empate sin goles para subir a la Liga Adelante. El Real Oviedo está obligado a marcar en el Ramón de Carranza para superar la eliminatoria.

Tal como acabó el partido, la esperanza sigue viva ya que los discípulos de Sergio Egea sí que fueron capaces de crear problemas a los andaluces en cuanto se lanzaron al ataque.

Próximo envite, el domingo en el Ramón de Carranza a las 18:00h.