Barcelona

Una sonora pitada se escuchó durante la interpretación del himno español en los prolegómenos de la final. A pesar de que el himno sonó solo durante 48 segundos y se emitió a un alto volumen por los altavoces del estadio, la pitada fue estruendosa entre los más de 95.000 espectadores asistentes al partido. Al finalizar el himno Felipe VI, que presidía su primera final como rey, aplaudió desde el palco y los jugadores de ambos equipos saludaron a sus seguidores desde el campo.

Al concluir el partido no hubo pitos. Cuando Felipe VI entregó la Copa a Xavi e Iniesta la afición del Barça rompió en aplausos. La del Athletic lloraba en silencio en la grada, como sus jugadores lo hacían en el terreno de juego.