Este año estamos viendo una versión mejorada de Leo Messi. Si su rendimiento pegó un evidente bajón en la temporada 2013-2014, este año el astro argentino está ofreciendo un fútbol superior, de otra galaxia.

La clave de esta transformación parece que ha sido la pérdida de peso del de Rosario. La estrella del Barcelona ha perdido entre cuatro y cinco kilos tras someterse a una dieta diseñada por el médico italiano Giuliano Poser.

Esta metamorfosis de Messi llegó a su punto álgido en la final de Copa del sábado, donde marcó dos goles al Athletic Club, uno de ellos de auténtico genio.

Y es que Messi, en el minuto 20, se ganó que le llamen 'D10S'. El argentino estaba sufriendo un marcaje al hombre de Balenziaga, que se convertía en la prolongación de su sombra. Pero después de unas jugadas en las que probó sin fortuna irse de su marcador, y en las que se cabreó, hizo de las suyas y la lío buena, pues en los dos goles y en muchas jornadas demostró estar más que fresco y más que enchufado.

En busca del triplete

El argentino todavía nos puede regalar más de su magia en la final de la Champions League del próximo sábado

En Berlín, en el Olympiastadion y frente a la Juventus de Turín, el Barça buscará igualar el triplete de 2009 y convertirse en el único equipo capaz de firmar tal gesta, que por tanto sería histórica. Solo una vez en 116 años de historia del club se ha logrado, y hacerlo dos veces en 6 años sería apoteósico para la entidad blaugrana.

Se da la casualidad de que enfrente, en la lucha por la que sería la quinta 'Orejuda' del club, tendrán a una Juventus que también aspira a su triplete, tras ganar la Serie A y la Coppa Italia. Dos históricos en busca de un logro épico que tienen al alcance de la mano pero que solo se hará realidad para uno de ellos.