Durante todo el fin de semana de estancia en tierras andaluzas, Arturo Elías Ayub se comportó como un futbolista más. Incluso se atrevió con algunos disparos a puerta en la sesión de entrenamiento del viernes. Durante el partido del Carranza le tocó regresar a su papel habitual, en la grada. Sin la presencia finalmente de Carlos Slim le tocaba encabezar la expedición del Grupo Carso con el Oviedo, su apuesta del fútbol europeo. Una vez logrado el ascenso, el yerno de Slim recuperó su papel más efusivo, mezclándose con los futbolistas como uno más.

"Estoy muy agradecido con el trabajo de los que estuvieron en el campo, con el cuerpo técnico. La afición ha demostrado una vez más que es increíble. De eso no teníamos dudas. El primer sentimiento que me viene a la cabeza es el de agradecimiento para toda la gente", analizó el mexicano a pie de campo, con el Carranza solo ocupado por seguidores azules con la sonrisa más marcada de los últimos 12 años.

El mexicano confesó que había sufrido con el desarrollo del partido, especialmente con los minutos finales de acoso a la meta de Esteban. "Así es el fútbol, hay que vivirlo con tensión. Quizás yo me tenso más de lo que debería, peor bueno parte de la gracia de este deporte. Ahora, con la victoria todo se disfruta más", comentó.

Alcanzar la Segunda División era el primer paso para un ambicioso proyecto que ahora sí puede tener un desarrollo prometedor. Cuando a Arturo Elías se le pregunta por el regreso al fútbol profesional, contesta con un par de frases contundentes: " Hemos cumplido nuestro primer objetivo. Pero ya vamos a por el siguiente".

El representante de Carso también hizo llegar a la expedición oviedista el mensaje de satisfacción desde México. "He hablado con Slim y está encantado, muy feliz. Me dijo que felicitara a jugadores y técnicos por el logro del ascenso", señaló.