"Ahora mismo no sé ni donde estoy". David Fernández siempre es correcto, educado y sosegado. No suele rebasar la línea. Ayer sí tocaba. Suyo es el gol del ascenso. La acción que se repetirá y se repetirá en youtube durante los próximos días, semanas y meses. También en años venideros para recordar cómo el Oviedo salió de aquel lúgubre pozo. David Fernández pone la firma al gol más importante del conjunto carbayón en los últimos años. Pero, minutos después de hacerlo, apenas podía articular palabra por la emoción.

"Me alegro que se acuerden del gol, del partido y de este día. Porque yo no lo voy a olvidar nunca", acierta a decir con la vista alzada, dirigida a la zona más alta del Carranza donde aún quedan los 3.000 oviedistas extasiados con el ascenso. Se le pregunta al central sobre la acción y él trata de reconstruir mentalmente la jugada. "Centró Susaeta y cuando lo hizo vi que era mi oportunidad. Lo siguiente ha sido ver el balón dentro y estallar de felicidad.", asegura. "Se te pasa por la cabeza los tres años que he pasado aquí, los días de más sufrimiento. También los compañeros, la familia, y la gente que se lo merece, después de todo lo que han pasado", añade.

Y cita la que en su opinión es la clave del éxito: "Este equipo nunca ha dejado de creer en lo que hacía y así ha quedado demostrado". David Fernández termina acordándose de los seguidores: "No hay una afición así en ningún sitio, es de las más grandes del mundo".