Primeras sensaciones con el balón. Nacho Cases participa en el calentamiento, realiza los primeros golpeos al cuero en largo, y Abelardo toma los petos con los que dividirá a la plantilla en dos equipos para iniciar el tradicional partidillo para ensayar el once que presentará en Sevilla. El Pitu espera entonces por el gijonés, que se dirige al entrenador y le comenta que todo marcha. Junto a Gerardo Ruiz, los tres deciden qué hacer ahora. Las molestias que arrastra en el pie izquierdo podrían poner en peligro la presencia en el Villamarín del hombre que lleva la manija. Abelardo protege a Nacho Cases, que inicia carrera continua al margen del grupo.

Las semanas en las que se todo se decide, las últimas semanas del campeonato, han sido también las que han mostrado a un Abelardo más cauto a la hora de mostrar sus pensamientos. El técnico rojiblanco volvió a repetir experiencia ayer, y evitó dar alguna evidencia del equipo que saltará al Benito Villamarín con el objetivo de asaltar la segunda plaza de la tabla. No se esperan grandes revoluciones. Tampoco hay motivos para ello. El Pitu ha confiado en los mismos protagonistas durante las últimas dos jornadas, las mismas en las que el equipo ganó y convenció. Ya anunció que, aunque las posibilidades de ascenso directo son reducidas, saltará con el mejor de sus onces.

El entrenamiento contó con más bajas que la de Nacho Cases. Álex Serrano y Mandi se ejercitaron en el gimnasio, por segunda jornada consecutiva, y dejaron a la plantilla mermada en número para desarrollar el partidillo. Un ensayo en el que no hubo recursos de ediciones anteriores, como probar a Isma López en la mediapunta. El navarro, uno de los más destacados en los triunfos ante Tenerife y Sabadell, actuó en el lateral izquierdo.

El necesario gol en el Villamarín, donde el Sporting tendrá que lograr la victoria por al menos dos tantos de diferencia para apurar al máximo sus opciones de ascenso directo, también invita a tocar lo justo al ataque. Si Guerrero es un fijo, Carlos Castro ha ejercido como el mejor de sus escuderos cuando el cometido es derribar el marco contrario. Hugo Fraile, el hombre que encarna el más intenso de los duelos para ocupar el extremo, también atraviesa un momento dulce. El resto del once es el que el sportinguismo ya se sabe de carrerilla.