Todo lo que no sea la continuidad de Sergio Egea al frente de la nave sonaría a sorpresa monumental. El argentino fue contratado el verano pasado con un objetivo nítido y obligado: el ascenso a Segunda División. Lo ha logrado. Y además cuenta con el respaldo de Arturo Elías, la última instancia en todo lo que se refiere a decisiones importantes. Pero el fútbol, en ocasiones, se aleja de la lógica más elemental. El Oviedo aún exprime el jugo de la celebración del ascenso y Egea no sabe al cien por ciento si seguirá. "Todo está pendiente de la reunión que mantenga con el club", dijo la semana pasada. Ayer reconoció las primeras conversaciones, aunque sin resultados definitivos. "El diálogo es muy importante. Las dos partes estamos abiertas a hablar. Todo se puede arreglar", aseguró el argentino, sin entrar en materia.
Para Egea, el asunto de su continuidad se resolverá una vez finalice el último trámite de la temporada, la final por el título de "campeón de campeones" ante el Nástic. "Después del partido hay tiempo para hablar. Hemos tenido un contacto, una primera reunión ayer -por el lunes- y lo aparcamos hasta después del encuentro del Tartiere. Seguiremos hablando", mencionó el entrenador azul.
El argentino aprovechó la oportunidad para hacer una defensa de su trabajo como entrenador del Oviedo. "Parecía al principio que el barco era grande para Sergio Egea Rueda pero después se demostró que no era así. Iniciamos bien la andadura y supimos mantener el trabajo", resumió. E insistió en su análisis: "Quizás parece desde fuera que fue una temporada fácil, pero jugar ante rivales con una tremenda motivación no es sencillo. Por suerte tenemos jugadores comprometidos, un grupo muy sano, que ha sabido transmitir en el terreno de juego. El Oviedo está donde se merece después de 12 años. Y de aquí solo podemos ir para arriba".
Ante la pregunta de si siente valorado como entrenador, Egea reflexionó de la siguiente manera: "La valoración tiene que empezar por uno mismo. Yo me valoro muy bien, me considero un tipo capaz para todo. No soy muy mediático ni hablo mucho, ni expongo pero confío en mis posibilidades Estoy contento porque he realizado un buen trabajo. Me siento valorado y querido en Oviedo. Y la gente en la calle así me lo hace llegar".
El futuro inmediato no es solo incierto para el entrenador. La plantilla sufrirá en las próximas semanas una renovación necesaria de cara al asalto a Segunda. La magnitud del cambio depende para Egea de los objetivos marcados. "Es una plantilla hecha para competir en Segunda B y subir. El club debe decidir qué camino quiere seguir. El presente es bueno, ya se verá a qué aspira en Segunda para ver qué plantilla hay", analizó.
