La puerta de la financiación, cerrada durante toda la temporada, se abrirá para el Sporting esta misma semana. Al menos, el consejo de administración estima que conseguirá cerrar en los próximos días un crédito que rondará el medio millón de euros y que estará avalado por la familia Fernández. El préstamo irá destinado al pago de las fichas de los jugadores que continúan pendientes, y que corresponden a la pasada campaña, es decir, la 2013/14. Atender estas obligaciones es uno de los pasos que el club debe afrontar con celeridad para evitar que la Liga sancione al conjunto rojiblanco sin poder realizar incorporaciones por segunda temporada consecutiva.

El ascenso a Primera División se convierte en un escenario atractivo más allá de lo deportivo. Los nuevos ingresos que recibirá el Sporting, que pasarán de tres millones de euros a unos veinte, sólo teniendo en cuenta el actual reparto televisivo (serían algo más de treinta millones de adelantarse a esta temporada el nuevo decreto-ley), permiten obtener un mayor margen de maniobra a la hora de negociar créditos. El club se ve abocado a pedir préstamos debido a que estos nuevos ingresos no llegarán a caja hasta que se aproxime el inicio de la siguiente temporada. Ésta, la vía del crédito, es la fórmula para disponer de cierta liquidez de cara a afrontar los pagos más urgentes, como el de las fichas de la campaña anterior, además de los que se arrastran de la campaña actual.

La reunión del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), que se producirá a final de mes, marca la fecha límite para pagar a los futbolistas la cantidad vinculada a la 2013-14. El Sporting quiere adelantarse lo máximo posible. La sombra de una sanción continúa sin despejarse, aunque desde el club se mantiene la confianza en que se podrá realizar fichajes. Sin embargo, no existe la certeza de que, aún afrontando el pago, el expediente abierto contemple algún tipo de consecuencia.