El todavía director general del Sporting, Alfredo García Amado, declaró ayer como testigo ante el TAS en representación del club en el conflicto que mantienen el Sporting de Lisboa y el fondo de inversión Doyen Group. El gestor no acudió a Mareo en los últimos días por encontrarse de viaje a la localidad suiza de Lausana, donde tiene su sede el Tribuna de Arbitraje Deportivo (TAS). El Sporting ha sido llamado a declarar en calidad de testigo, junto a otros clubes que también han mantenido relación con Doyen Group como el Oporto portugués, el Twente holandés o los también españoles Atlético de Madrid, Sevilla y Valencia.
El conflicto entre el Sporting de Lisboa y Doyen surge por la propiedad del futbolista Marcos Rojo, del que tiene un porcentaje amplio el fondo de inversión, pero desvela un asunto de más calado como es el de los conocidos TPO (third part of ownership, lo que traducido vendría a ser tercera parte de la propiedad de jugadores). El conflicto surge de la negativa del Sporting de Lisboa de aceptar una oferta de compra por Rojo en el marco de una operación previa de financiación por la que Doyen sería titular del 75% de los derechos del jugador. Lo que se juzga aquí es si se ha producido una injerencia por parte del fondo de inversión en la capacidad de toma de decisiones en el club, algo que niega el fondo de inversión.
García Amado fue el último de los testigos que declararon ayer, una lista de la que forman parte Nelio Lucas (consejero delegado de Doyen Group), Miguel Ángel Gil Marín (consejero delegado del Atlético de Madrid), Amadeo Salvo (presidente ejecutivo del consejo de administración del Valencia), Paulo Gonçalves (representante del Oporto), Jorge Nuno Pinto da Costa (presidente del Oporto), Aldo Van der Laan (vicepresidente del Twente) y José Castro Carmona (vicepresidente primero del Sevilla). Alfredo García Amado regresará a Mareo para cerrar su etapa en el club.
