Cabeza arriba, conducción elegante, zurda de seda y clarividencia a la hora de decidir la mejor opción hicieron de Peter Dubovsky uno de los media puntas de más talento en la Liga en la década de los 90. Llegaba a Oviedo con ánimo de rehabilitarse, tras su decepcionante paso por el Madrid. Con los azules, el eslovaco jugó entre las temporadas 1995 y 2000, alternando jugadas para el recuerdo con inexplicables desapariciones sobre el terreno de juego. Dubovsky tenía la inconsistencia de los artistas incomprendidos.

Hoy se cumplen 15 años de su fallecimiento. Ocurrió en Tailandia, donde disfrutaba de las vacaciones antes de encarar otra temporada con el Oviedo en Primera, su escenario habitual. El futbolista fallecía en un trágico accidente y para muchos fue el inicio del caos en el conjunto carbayón: al año siguiente descendió a Segunda.