El Oviedo sigue con optimismo contenido las negociaciones con la Liga de Fútbol Profesional sobre el límite salarial al que se someterá al club azul. Desde hace un par de semanas agentes de la entidad carbayona han mantenido encuentros con la patronal para ver las intenciones sobre las limitaciones en el gasto. El trámite es absolutamente necesario antes de lanzarse de lleno a la configuración de la plantilla. De los encuentros mantenidos hasta la fecha se mantiene la idea desde la Liga de que el Oviedo no es un caso al uso, que no tiene comparación con recién ascendidos de otras temporadas.

Fuentes de la Liga reconocen este extremo pero eso no significa que el Oviedo vaya a tener un cheque en blanco a su disposición. La Liga establece un gasto máximo permitido en atención a los gastos e ingresos previstos. La patronal siempre tiende a tirar por lo bajo a la hora de hacer las estimaciones.

Pero la situación del Oviedo le otorga cierta soltura. Por ejemplo, el hecho de no haber jugado la temporada pasada en Segunda le concede margen de negociación. En el caso de los equipos que esta campaña han jugado en la categoría, la Liga no admitirá mejoras de las previsiones por encima de los datos logrados. Por ejemplo, a la hora de valorar el número de socios que pueden lograr, el límite por arriba estará impuesto en todo caso por las cifras recogidas esta temporada. El Oviedo, al haber militado en Segunda B sí puede optar por una valoración más "alegre" que la de los últimos años.

Éste, el apoyo social, es una de las fortalezas del conjunto azul. Lo demostró la pasada temporada al superar los 16.000 abonados en Segunda B. El apoyo de los seguidores tiene incluso repercusión a la hora de calcular el reparto televisivo, aunque sea en un pequeño porcentaje. El 15% del reparto se basa en la "implantación social" lo que, según el Real Decreto, "un tercio vendrá determinado por la recaudación en abonos y taquilla media de las últimas cinco temporadas". Según fuentes de la LFP, el Oviedo recibiría por este concepto entre 5 y 6 millones de euros. Un factor que ayuda a elevar el tope salarial.

Otro punto de apoyo es el que aporta una empresa de la solvencia de Carso. El Oviedo debe ponderar con la Liga, entre otras cosas, el dinero que piensa recaudar en patrocinios de diferentes tipos. Tener a Slim como jefe hace que las perspectivas mejoren notablemente.

Sin ser un cálculo vinculante sí puede servir de guía los datos facilitados por el Oviedo en su última junta de accionistas. El pasado 16 de abril Verae presentaba los números en la segunda junta del Oviedo en apenas cuatro meses. En la primera, la de diciembre, el conjunto azul no hizo público el presupuesto de la temporada y emplazó a la siguiente junta, la extraordinaria, para conocer detalles del mismo.

Lo que se presentó en abril fue el presupuesto de la temporada 2015-16, es decir la próxima, una práctica no habitual en los clubes de fútbol. Arturo Elías aclaró más tarde que ese presupuesto no era vinculante (necesita además el refrendo de la Liga) pero sí sirve para una aproximación del dinero que el Oviedo puede generar en Segunda.

Verae cifró los ingresos de los azules en la División de Plata en 10.607.532,42 euros de los que 9.670.000 corresponderían a cifra neta de negocios y 937.530,42 a imputación de subvenciones. Esos 10,6 millones de presupuesto hubieran supuesto en la presente temporada el séptimo mayor de Segunda División. Solo seis equipos tuvieron un presupuesto más alto: Barça B (24,7 millones), Betis (21,2), Mallorca (15), Zaragoza (14), Osasuna (12,7) y Sporting (11,9),

La situación, entiende la Liga, no es comparable a la de los últimos equipos que ascendieron a Segunda. La temporada pasada, por ejemplo, lograron subir Racing de Santander, Albacete, Leganés y Llagostera y los cuatro fueron sometidos a un control estricto por parte de la Liga. Según los datos conocidos en septiembre (el tope salaerial varía), el Albacete y el Leganés eran los recién ascendidos con mayor margen de maniobra, 2,7 millones de tope. El Racing contaba con un techo de 2,1 millones y el Llagostera con 1,9, el más bajo de la categoría.

Sin embargo eran proyectos muy diferentes al del Oviedo, con cifras de negocio que en todos los casos suponen menos de la mitad de lo previsto por Verae en la última junta.