Los primeros saltos de Carmona sobre el césped al enterarse del gol del Lugo. La voltereta de Iñaki Tejada. Pablo Pérez de rodillas rezando esperando el final del partido de Montilivi. Luis Hernández escuchando por la radio las novedades en Girona mientras mira a los seguidores del Betis que aún permanecían en la grada. O las lágrimas de Abelardo. Son algunas de las primeras imágenes que la realización televisiva ofrecía de los jugadores del Sporting cuando se enteraban del tanto del Lugo en Montilivi, que suponía el ascenso a Primera. De eso ya ha pasado un mes, y pese a la incertidumbre por la sanción sin poder fichar, el recuerdo y la ilusión del regreso a la máxima categoría no han apagado la llama de la celebración por la afición rojiblanca.

Hace justo un mes los seguidores del Sporting vivían uno de sus días más largos. La locura se desató en la Plaza del Marqués a eso de las ocho menos diez de la tarde. Y la celebración se alargó hasta altas horas de la madrugada. Miles de aficionados recibieron al filo de la medianoche a la expedición del Sporting en el Aeropuerto de Asturias. Después les siguieron a su llegada a la ciudad al Bellavista. Y al día siguiente, el 8 de junio, con el paseo triunfal de celebración por las calles de Gijón.

Una gesta que pocos esperaban, pero que se produjo gracias al tanto de Caballero para el Lugo. El Sporting necesitaba ganar por más de dos goles y que el Girona empatase para subir. Y aunque parecía casi imposible, el milagro llegó y los rojiblancos volvían a Primera tres años después.