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Una temporada discreta

Termina el periodo de capturas de salmones con muerte en los ríos asturianos con 1.094 piezas, un 10 por ciento menos que la anterior

Una temporada discreta

Oviedo, LOPEZ DEL VALLE

La temporada de pesca en los ríos salmoneros asturianos finalizó ayer con la captura de 1.094 ejemplares, casi el 10 por ciento menos que la anterior y algo más del 30 por ciento que la de 2013. Una temporada discreta si nos atenemos a las cifras de la última década. Se mantuvo un nivel aceptable de capturas pero no se logran consensuar las medidas necesarias entre la administración regional y las asociaciones de pescadores para proteger el salmón y lograr que aumente su número en los ríos de nuestra región.

En el balance de la actual temporada destacan algunos detalles. Tal vez el más relevante sea el ascenso de capturas de las piezas precintadas en el Cares (233), las más altas desde el año 2008. El Narcea mantuvo su liderato y el Sella también acumuló una buena cifra.

El precintaje de salmones en Asturias y el establecimiento de cotos se remonta a 1949, tras una larga época en la que la abundancia de ejemplares era tal que circulan varias leyendas en el sentido de que entre empresas y trabajadores había que imponer cláusulas para que en sus comidas no se excedieran en servir ese pez. El salmón forma parte de la historia de Asturias, aunque no se se puede colocar entre las regiones mundiales de mayor producción. Incluso el primero de cada temporada, el campanu, debe su denominación a que antaño, en épocas de hambruna, en las localidades próximas a los ríos hacían voltear las campanas para anunciar que con la llegada del salmón se paliaría muchas necesidades alimentarias.

La normativa actual no permite la venta, salvo el campanu de cada río que, en pública subasta, elcanza cifras importantes. En este sentido, el record está en los 18.000 euros que pagó el restaurante As de Picas del Casino gijonés al pescador Luis Miguel García por un ejemplar de 4,400 kilos de peso sacado en el coto La Bouza del río Narcea en la temporada 2007. Este año el campanu lo consiguió echar a tierra Jorge Moreno, de Bilbao, con un peso de 5,850 kilos, bajo en Puente de Cangas de Onís, del Sella. Se lo vendió en 5.500 euros a los restauradores José Manuel Mori y Borja Martínez.

Desde que se conocen las estadísticas, hace 66 años, el mayor número de capturas registrada data del año 1969 con 6.893 ejemplares. El año del inicio del control se habían sacado 2.496. El primer descenso significativo llega en 1989 con 975 salmones, lo que algunos expertos achacan al proceso de industrialización que contaminó los ríos y a la construcción de embalses. Sin embargo, las alarmas saltaron en los años 2009 (365) y especialmente en 2010 (246), que fueron los peores en el número de capturas desde que se estableció el control. La situación propició que en algunos sectores se aventurara que el salmón era una especie en peligro de extinción, según recuerda la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial. Algunos estudiosos achacan a que las causas también podría estar en la pesca industrial de alta mar, al ampliarse de tres a seis meses las licencias europeas a los armadores, o al cambio climático que podría estar afectando a la cadena alimentaria del salmón en los grandes comedores de Groenlandia. También en esas fechas se observaron en Escocia erupciones sanguinolentas en la piel de estos peces cuyo alcance se desconoce pero que pueden hallarse en estrecha relación con la infestación por anisakis.

Lo cierto es que la futura administración regional tendrá que volver a analizar este asunto en breve, puesto que las asociaciones discrepan en las medidas adoptadas a partir de 2010. En la temporada que acaba de finalizar no se autorizó la pesca los lunes y los jueves, que no fueran festivos. Y cada pescador sólo podía saar un ejemplar al día, cuatro en la temporada, y se establecía un cupo de tres por coto. El mes de mayo fue el de más capturas, con record de 52 los dias 15 y 22 y el mayor salió en el coto La Llonga del Narcea, el 8 de ese mes de mayo, de 10.735 kilos de peso. El mayor salmón de cuantos se tienen registrados hasta ahora data del 20 de marzo de 1962 cuando Gregorio Alonso echó a tierra un ejemplar de 16,100 kilos en el pozo Carbajal del río Narcea.

La temporada de pesca con muerte finalizó ayer tras algo más de dos meses y medió, periodo en el que se capturaron 1.094 salmones. A partir de hoy se iniciará la pesca sin muerte que se prolongará hasta el próximo día 31.

La última jornada se saldó con un pobre balance de 5 salmones, tres de ellos en el río Sella. Los de ayer fueron añales y los sacaron: Pablo Díaz Vega Mantecón, de Pilélagos (Cantabria), de 2,610 kilos, en el coto El Brezo; Jesús Ibáñez Molina, de Murcia, 1,580, en El Aliso, y Juan Carlos Suárez Izquierdo, de Oviedo, 1,370, en La Cruz.

El Esva, el río con menos capturas del año, se despide con un salmón de 3 kilos, sacado en el coto Piedra Blanca, a cargo de Joaquín Gutiérrez Fanjul, de Siero.

Y en el Narcea, el caudal de nuevo con más capturas y las mayores, Joseba Andoni Ruiz Arbalaiz, de Huerneces (Burgos)sacó uno de 2,245, en La Cerezalina.

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