Roger Rabassa se coló ayer en la fiesta alemana en Navia, para hacerse con el LVIII Descenso y ser así el primer español en cinco años en añadir este galardón a sus vitrinas. El nadador del combinado nacional sacó fuerzas de donde no había para imponerse en la línea de meta en un apretado sprint al que llegaron con posibilidades cinco nadadores. Los alemanes, que habían impuesto un ritmo alto desde la salida de Porto, se hundieron en el muelle naviego hasta la quinta y sexta plaza. En mujeres, la germana Svenja Zihsler hizo buenos los pronósticos, y repitió victoria tras el éxito cosechado el sábado en la XVII Copa Asturias, en la primera edición de la prueba en la que las mujeres nadaron la misma distancia que los hombres, 5.000 metros.

La prueba masculina estuvo dominada, desde un principio, por los alemanes Thore Bermel y Daniel Kober. Sin embargo, en ningún momento lograron distanciarse de sus perseguidores, y un grupo de unos quince deportistas, en el que se econtraban todos los de la selección española de aguas abiertas. Fue a la llegada a los puentes, a escasos metros de meta, cuando el catalán Rabassa, que nadaba por primera vez en Navia, logró una cómoda posición para lanzarse al sprint final, en el que superó, por décimas, a sus rivales. Marcó un tiempo de 42:32.5, para superar al italiano Darío Verani, miembro de la selección trasalpina (42:32.7) y al nadador de la selección holandesa Pepijn Smits (42:32.8), vencedor el sábado de la LVII Copa Asturias.

Es el primer nadador español que consigue el triunfo en el Descenso tras la victoria, en 2010, de Javier Fernández Ordóñez. "Es una alegría. Ganar en casa es una maravilla. La ilusión que hace ganar aquí es enorme. En nuestra casa hay que ser fuerte, no hay más", declaró nada más salir del agua. "La salida ha sido un poco complicada, porque seimpre hay picaresca. He venido con todo el grupo, el final ha sido a ver quién da más", añadía Rabassa, que se sentía "eufórico" y que calificó la prueba de "una maravilla, con el paseo de por la mañana, la ofrenda, y toda la gente que hay".

En categoría femenina, el poderío alemán quedó patente durante todo el recorrido. Las germanas Svenja Zhisler (vencedora de la LVII Copa Asturias) y Sarah Bosslet impusieron un alto ritmo, al que sólo pudieron hacer frente las nadadoras de la selección italiana y las españolas Judith Navarro yAida Bertrán, La igualdad se mantuvo, como en la prueba masculina, hasta los últimos metros. En esta ocasión Zhisler, con experiencia en la ría, logró tomar ventaja en la entrada al muelle, logrando su primera victoria en un Descenso. Al final, paró el crono en 47:47.4, seguida de las italianas Giulia Gabrielleschi (47:49.6) y Alisia Tettamanzi (47:51.3).

Al final de la prueba, la vencedora reconoció sentirse "muy feliz" de haber logrado colgarse el laurel en Navia, aunque al mismo tiempo expresó que fue "una prueba muy dura. Había que pegarse a los bordes de la ría para ir bien con la corriente, y la llegada al puerto fue complicada".

En la distancia de 1.700 metros, la victoria se la llevó Baris Ahmet Yosmaoglu, perteneciente al equipo turco de aguas abiertas, seguido por su compatriota Nilay Erkal y por Carlos Galisteo Velasco, del Club Natación San Blas. En 1.100 metros, venció la nadadora del Club Natación Ciudad de Oviedo Alba Fernández Álvare. El segundo puesto fue para Andrea Domínguez Casabella, del Club Natación Ponteareas y Helena Robla Álvarez, del Club Natación Luarca quedó en tercera posición.

La jornada discurrió con buen clima y una gran expectación por parte del numeroso público presente, que disfrutó con la competición deportica además de con la fiesta en la calle. Navia cerró un fin de semana de competición muy intenso, que contó con el segundo Descenso más numeroso de la historia: 747 nadadores disfrutaron y sufrieron de la ría.