El maliayo Manuel Busto, ocho veces vencedor del Descenso Internacional del Sella, tuvo el tiempo que dura un "Asturias, Patria Querida" para llegar desde la zona habilitada para dar el pregón hasta la piragua que compartía con Paco Luque. "La carrera me sirvió para hacer el calentamiento previo al descenso", comentaba el piragüista al término de la prueba.

El momento del pregón fue "muy emotivo" para Manuel Busto. "Me puse a dar gritos delante de toda esa gente y fue algo bonito". El maliayo aseguraba sentirse "muy orgulloso de haber sido partícipe del Sella de esta manera".

El piragüista admitió que esta edición fue "diferente". Busto vivió la carrera "desde otro punto de vista, sin tener que venir a competir ni a sacar un buen resultado". No obstante, pese a no tomarse la competición tan en serio como en las últimas ocasiones, Busto y Luque concluyeron la prueba en el vigesimoctavo lugar, con un tiempo de 1:19:41.

El maliayo apunta que "no pude disfrutar de todo lo que rodea a esta competición, de lo que es esta gran fiesta. Se siente de otra manera diferente". Y es que el pregonero de esta prueba cree que "hay una edad para todo". Para Busto, "tras muchos años compitiendo y viniendo aquí para hacer las cosas bien, ahora, con 40 años, poder participar de otra manera, desde la tranquilidad, es algo a destacar". El maliayo apunta que "con toda mi carrera deportiva bien cubierta y tras haber tenido buenos resultados, para mí es muy bonito".

Un Descenso del Sella varía mucho sin la necesidad de tener que competirlo al máximo. Busto asegura que "se perciben otros detalles y cambia todo. No existe la presión en la salida ni la necesidad de tener que hacerlo bien, la tensión de bajar el río o de tener que venir a tantos días a entrenar, ya que éste es un río que se gana entrenándolo mucho".

La magia del Descenso del Sella sigue intacta para Manuel Busto. Pese a no terminar en los primeros lugares del podio en la última edición, la sonrisa no se esfuma del rostro del campeón.