La entrega de los trofeos a los mejores del fútbol asturiano, que organiza LA NUEVA ESPAÑA, siempre es un buen motivo para la fiesta, pero en su 28º edición llegó con alicientes añadidos. Porque la temporada 2014-15 se produjo un ascenso por partida doble, el del Sporting a Primera División y el del Oviedo a Segunda. Además, un entrenador asturiano, Luis Enrique Martínez, acaparó las tres grandes competiciones con el Barcelona. También fue un buen año para el Oviedo Moderno, que se consolidó en la máxima categoría femenina y siguió aportando talento a las selecciones españolas.

Hubo cambio de escenario, debido a las obras en la sede del Club Prensa Asturiana, pero el espíritu de la gala futbolística siguió intacto. El salón de actos de la Fundación Cajastur-Liberbank reunió a jugadores y representantes de los clubes asturianos de Primera División, Segunda, Segunda B y Tercera División, así como a integrantes del Oviedo Moderno y galardonados de otros estamentos, como entrenadores y árbitros.

La directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, abrió el acto con un saludo para todos los asistentes, antes de presentar a las personas que le acompañaron en la mesa presidencial: Beatriz Álvarez Mesa, presidenta del Oviedo Moderno; José Ramón Cuetos Lobo, presidente del Comité Asturiano de Entrenadores; César Martín, responsable de Relaciones Institucionales del Oviedo; Javier Fernández, vicepresidente del Sporting; Pedro Álvarez, delegado del comité de árbitros en Oviedo; y Eduardo Suárez, gerente de LA NUEVA ESPAÑA.

"Este acto siempre es una fiesta, pero este año por múltiples motivos", destacó Ángeles Rivero para referirse a los ascensos del Sporting y el Oviedo, así como al triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones) logrado por Luis Enrique al frente del Barcelona, así como al 35 aniversario del Oviedo Moderno. Al margen de los éxitos, la directora de LA NUEVA ESPAÑA explicó que el el espíritu último de los trofeos es "rendir homenaje a todos los hombres y mujeres del fútbol asturiano durante la temporada".

José Ramón Cuetos Lobo recalcó que los futbolistas, entrenadores y árbitros premiados "son el espejo de la gente joven, de los que están formándose". Es el caso de Luis Enrique, que logró su segundo trofeo de LA NUEVA ESPAÑA como mejor entrenador. Y, como ocurrió en 2011, acudió a recogerlo Ismael Fernández, el entrenador con el que dio su estirón como futbolista en el juvenil de La Braña. Fernández, ya retirado de los banquillos, está orgulloso de que vaya por buen camino su vaticinio cuando Luis Enrique se hizo cargo de la primera plantilla del Barcelona: "Va a ser mejor entrenador que futbolista".