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Baloncesto

Van Wijk tira del Oviedo

El partidazo del holandés y el acierto de Swing y Trist facilitan el triunfo al Unión Financiera

Kevin van Wijk se dispone a realizar un mate. JULIÁN RUS

Vendrán pruebas más duras, sin duda, pero el Unión Financiera Baloncesto Oviedo consiguió ayer iniciar su trayectoria en Pumarín con buen pie, algo que en temporadas pasadas se ha revelado decisivo para una temporada agradable. Ante un tierno Prat, los locales olvidaron su disgusto final de la primera jornada y mostraron un buen arsenal ofensivo, aderezado con ciertas dosis de esfuerzo en momentos decisivos para abrir brecha y no pasar apuros.

La mejor noticia para el equipo dirigido por Carles Marco es que los fichajes extranjeros de esta temporada parecen más resolutivos que los de la pasada. Jordan Swing y Dan Trist, con un encantador aroma de jugadores de la vieja escuela, exhibieron no solamente recursos variados para encontrar el aro rival, sino una conexión entre ellos bastante interesante. Mención aparte merece el recuperado Kevin van Wijk, indiscutible "MVP" del partido, que destrozó al Prat cerca del aro y en la distancia y contagió de adrenalina a todos sus compañeros. Reseñable fue también el esfuerzo del veteranísimo Diego Sánchez, que tuvo que lidiar muchos minutos de cuatro con el poderoso Iriarte.

El OCB tiene también asignaturas pendientes. La principal, conseguir ampliar una rotación no demasiado grande y empequeñecida por los problemas físicos de Mario Cabanas y Javier Marín. Ayer el primero ni siquiera jugó, y el segundo, que se vestía por primera vez, tuvo un paso intrascendente por la pista. Las responsabilidades tendrán también que repartirse más, ya que ayer solamente anotaron seis jugadores del OCB, y uno de ellos, Agustín Prieto, hizo dos puntos y al final.

Además, el cuerpo técnico tendrá que corregir algunos momentos de indolencia defensiva y flojera bajo los aros, que dieron alas a un débil rival. Sobre todo al comienzo del partido, cuando se frustró la primera escapada local provocada por las pérdidas absurdas de los catalanes y por la primera salida a pista de Van Wijk. Los detalles de Forcada y la clase del jovencísimo Sergi Costa igualaron la contienda al final del primer cuarto (24-24).

El segundo parcial se inició con la única ventaja visitante del partido y algún nubarrón en el horizonte después de que el joven Amo fuera capaz de frenar a Trist al poste. Pero volvió a pista el holandés y el Unión Financiera se transformó. La mayor actividad de los locales condujo a una pérdida de tino del Prat, y el Oviedo se escapó al descanso (43-35).

Tras unos momentos de duda en la reanudación (50-45 y Trist sentado con su tercera falta), llegó el acelerón decisivo de los de Marco. Por unos momentos, el equipo revivió el espíritu de Pumarín de hace dos temporadas, sobre todo con una combinación de jugadas antológicas. Todo se inició con un agresivo dos contra uno de Van Wijk y Bassas que acabó en robo de balón y mate del holandés, y tuvo continuidad con el robo de balón de Swing en el saque visitante y un triple en carrera de Víctor Pérez. Éxtasis en la pista ovetense.

El Prat todavía demostró algo de vida con lanzamientos lejanos de Sans, Costa y Forcada, que le acercaron hasta el 65-61 en los minutos iniciales del último cuarto, pero la conexión Swing-Trist y el martilleo constante de Van Wijk, que se fue a los 29 de valoración con 18 puntos y 8 rebotes, terminó por desenchufarlo. El alero estadounidense Swing demostró una mano facilísima y una rápida lectura de juego, y el pivot australiano Trist exhibió recursos para sacar petróleo bajo el aro, aunque tendrá que refrendarlos ante muros más altos y más fuertes.

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