El TSK Roces logró ante el Atlético Lugones su primer triunfo de la Liga. Uno de los grandes artífices de acabar con la mala racha fue el lateral Mateo, que contribuyó asistiendo en el primero gol a Chema y marcando el segundo con un potente cabezazo. El equipo gijonés respira aliviado al dejar de ser colista.

-Ha llegado la esperada y necesaria primera victoria.

-Sí, llevamos desde el principio de la Liga esperando por ella y al fin ha llegado. La categoría está siendo más difícil que el año pasado.

-Les ha costado ocho jornadas conseguirla.

-Tenemos mucha gente nueva y necesitábamos un tiempo para adaptarnos. En estos tres últimos partidos hemos mejorado y ahora queremos seguir así hasta el final. Ya ha pasado lo peor.

-Contribuyó con una asistencia y un gol.

-La verdad que me sorprendió hasta a mí. Mi misión es la de defender, pero no soy un mal rematador y el partido salió prácticamente perfecto.

-¿Estaban ansiosos?

-Sí, pero también manteníamos la calma. Era cuestión de tiempo. Ante el Lugones era ganar o ganar. A partir de ahora se verá otro Roces.

-Han logrado abandonar el peligroso farolillo rojo.

-Uno siempre intenta empezar lo mejor posible, pero lo positivo es que queda mucha Liga por delante. Hay que volver a ser fuertes en casa y contamos con armas para puntuar también fuera de casa. Creo que saldremos pronto de los puestos bajos de la tabla.