El verdadero Alfredo García Amado no es el que reapareció el miércoles para dejar una de esas joyas de autobombo con las que amenizó sus casi 20 años de concienzuda demolición del Sporting: "Me voy con el orgullo de haber dejado al equipo en Primera División"· Seguro que Abelardo y sus futbolistas, dejados de la mano de Fernández y de su capataz en Mareo, están de acuerdo con este hombre clave en el ascenso, que justificó su astronómico sueldo con una cascada de goles que devolvieron al Sporting a un lugar inédito en su historia. Claro que la plantilla de la pasada temporada merecería para este personaje la misma consideración que desveló en enero de 2003 la cámara oculta de Canal 9: "Los futbolistas son capaces de ponerte verde por cinco mil pesetas. Son egoístas y ganan una burrada". En aquel momento, García Amado cobraba más que David Villa, el "egoísta" que sólo unos meses después fue malvendido para seguir tirando. Pero eso tampoco le dice nada al hombre al que Fernández rescató de un departamento de ventas de coches de segunda mano para llevar al Sporting... a la ruina.