Condal y Colunga disputaron el domingo un partido que hasta el minuto 85 había transcurrido con normalidad. Una entrada del visitante Marcos al jugador local Jairo Cárcaba desencadenó unos acontecimientos que han acabado con tres meses de sanción para Luis Mori, presidente del Condal, diez partidos para el jugador del equipo noreñense Pablo Prendes y otros dos para el técnico local Jaime Leiva y el también jugador del Condal Aitor Hervás.

La razón de las dos sanciones más graves de este encuentro, la de Prendes y la de Luis Mori, está en lo que escribió el colegiado en el acta. David Muñoz Suárez recoge en su escrito que el jugador del Condal le agredió tras ser expulsado: "Procedió a golpearme con su mano abierta en mi cara en tres ocasiones". También dice de Prendes que le gritó, entre otras cosas: "Eres un hijo de la gran puta, ¿ahora qué?, ¿qué me vas a hacer?, eres un hijo de la gran puta, te voy a matar por listo". En relación a la actuación de Luis Mori, el árbitro recogió lo siguiente: "Una vez que expulsé al entrenador se dirigió a mí desde detrás de su banquillo gritando en los siguientes términos: 'Hijo de la gran puta, te voy a matar, ojalá te mates por la carretera". También figuran en el acta arbitral insultos a uno de los jueces de línea: "Virolo de mierda, puto sudaca, ahora vas y llegas al vestuario y te inventas todo lo que quieras en el acta".

Para el presidente del comité técnico de árbitros, José Manuel Suárez, la gravedad de los hechos que se reflejan no casa con la sanción. Por eso, calificó ayer de "lamentable" la decisión del juez único de competición de imponer tres meses de suspensión al presidente del Condal, Luis Mori.

Suárez, que no entró a valorar la sanción de diez partidos impuesta al jugador Pablo Prendes ni tampoco los dos encuentros de suspensión a Jaime Leiva, considera que en el caso de Luis Mori su comportamiento merecía un castigo mucho mayor. "Me parece lamentable e impresentable la decisión del juez único de competición. La tengo que acatar porque pertenezco a un órgano disciplinario de la Federación Asturiana de Fútbol y nunca recurriré una de sus decisiones".

Y es que Suárez considera que "llamarles a los árbitros hijos de puta, que ojalá se mueran por la carretera y encima en un acto deplorable, racista y xenófobo llamar 'puto sudaca' a uno de los asistentes y que sólo sea sancionado con tres meses de suspensión me parece lamentable. Es más, creo que son actos que se deberían de poner en conocimiento de los juzgados ordinarios", añadió.

Quienes también están planteándose la posibilidad de ir a los juzgados son precisamente Pablo Prendes y Luis Mori. Jugador y presidente aseguran que lo que refleja el árbitro en el acta es "totalmente falso". "Insulté al árbitro, es verdad, pero nunca se me pasó por la cabeza amenazarle de muerte. Yo no he dicho eso en mi vida. Soy un hincha y reconozco que a veces me exalto demasiado, pero no soy un sicario ni un xenófobo", dice Luis Mori, muy enojado por lo que aparece en el acta. Y es que el presidente del Condal se pregunta, tras estas acusaciones, "¿qué van a pensar de mi las personas que están a mi cargo en el trabajo?".

Mori va a dejar la presidencia tras cuatro años al frente del Condal y se va "indignado": "Me voy del fútbol por alguna gente que hay en él que está por encima del bien y del mal. Me dan asco muchas cosas que pasan en el fútbol. Yo he estado en el Condal para trabajar y poner dinero y otros están en el fútbol para cobrar dietas". Luis Mori explica que está temporada ya presentaron quejas en dos partidos -Astur-Condal y Oviedo B-Condal- por "falsear el acta". Unas reclamaciones que afirma no obtuvieron respuesta.

A Pablo Prendes más que la sanción lo que le duele es lo que refleja el árbitro en el acta. Y es que este jugador, de 35 años, va a dejar el fútbol al final de esta temporada y lamenta que el punto final llegue con este incidente. "Fue un partido sin un incidente, sin un mal gesto. Le hicieron una entrada fea a un compañero y le pregunté al árbitro si no consideraba que era para roja. Estaba tranquilo. Me sacó amarilla, le pregunté por qué. me dijo 'tú sigue' y me sacó roja", explica. El jugador reconoce haber tocado la cara del colegiado, pero no haberle agredido: "No me parece que tocarle sea una agresión. No le di un tortazo. Nunca en mi carrera tuve ningún percance, ninguna pelea. Nada. Soy guerrero y sé que a veces me caliento demasiado, pero no agredí al árbitro". También niega las amenazas: "Reconozco mi parte de culpa, le insulté pero no le amenacé. Acepto el castigo pero lo que pone el acta es muy grave".

El que no estaba implicado pero sí estuvo en el campo fue el presidente del Colunga, Jose Ángel Toyos. Su equipo, que se jugaba la promoción de ascenso, perdió ese partido 4-1 ante el Condal. De lo que sucedió poco puede aclarar: "A raíz de la expulsión de Leiva explotó la cosa, pero no pude escuchar nada porque me pillaba en la otra esquina del campo". "Yo no vi la bofetada", dice sobre la agresión que recoge el árbitro en el acta. El Condal envió ayer un comunicado lamentado el daño que todo esto está haciendo a la imagen del club.