"El Marino va a tener un buen equipo para pelear la próxima temporada por meterse en el play-off". Son palabras del presidente del club luanquín, Luis Gallego, para tranquilizar a la afición, aunque pide paciencia. "Ya hablé con varios jugadores que quiero, pero la cosa es difícil y se necesita tiempo porque un buen equipo no se hace a la carrera. Vamos ir poco a poco, sin precipitaciones", comentó.

Las dudas surgen en el entorno del club debido a las estrecheces económicas por la disminución de la subvención municipal (en torno al 45 por ciento), pero Gallego confía en solventar la situación. "Lo sacaré adelante, como siempre hice. Ya veremos como solucionamos lo económico, pero no hay otra que sacar dinero a base de trabajar aún mucho más". Y añadió: "Pasamos muchos años por crisis, pero el Marino estaba en Segunda B con el Caudal, Langreo, Avilés e incluso el Oviedo, en Tercera. Saldremos de esta, sin duda".

Todos los jugadores acaban contrato el 30 de junio porque el Marino sólo hace contratos por un año y el presidente ya empezó a hablar con ellos para exponerles las nuevas condiciones salariales. Gallego es consciente de que algunos se irán por motivos económicos, "aunque en realidad lo que se cobra aquí es una compensación por jugar al fútbol, no un salario para vivir", y otros no renovarán por decisión del club, pero confía en mantener una base sólida sobre la que construir el nuevo proyecto.

El mercado luanquín tiene el condicionante de tener que entrenar por la mañana por problemas de horarios en Balbín. Y es que por las tardes, de 17.00 a 20.00 horas entrenan los cinco equipos de la cantera, otros tres días lo hace el Gozón y un día más los veteranos del club. Para el Marino sólo queda entrenar a partir de las 20.00 horas o hacerlo en medio campo, unas condiciones inaceptables para un equipo que aspira a estar entre los mejores en una categoría tan complicada como la Tercera División.

"La gente piensa que entrenamos de mañana porque vamos de profesionales, pero no es así. Es un problema de instalaciones en Balbín y no hay más remedio que hacerlo así porque por la tarde no tenemos campo", señaló el presidente. Gallego, en todo caso, considera que el horario perjudica para la llegada de algunos futbolistas, pero beneficia a otros. "La mayoría son estudiantes que pueden elegir por la mañana o por la tarde, otros trabajan por la tarde y algunos otros tienen profesiones liberales y les viene bien. Es una ventaja para algunos y desventaja para otros, pero hay muchos que pueden venir por la mañana porque esto es para gente que tiene entre 18 y 30 años", concluyó.