"En el Langreo cumplí una etapa después de cinco años y ahora empiezo otra muy ilusionante en el Avilés, uno de los clubes más importantes de Asturias con el que espero lograr mi tercer ascenso a Segunda B después subir con el Marino y el Langreo". Son palabras de Diego Nuño, uno de los fichajes para esta temporada.

El central gijonés fue el último en acabar las vacaciones, junto con Pantiga, y apenas lleva tres días entrenando pero asegura que las sensaciones son muy buenas. "Estoy muy contento, muy a gusto y con muchas ganas porque es todo nuevo e ilusionante", señaló.

El Avilés siempre exige mucho a los futbolistas, pero la presión no asusta a Nuño. "En el Langreo había una exigencia similar, pero yo creo que vengo a un mejor club y espero que no vuelvan las lesiones porque quiero dar lo mejor de mi cada día". La ilusión este año es conseguir el ascenso y Nuño es consciente de ello. "Yo creo que es una exigencia devolver al Avilés a Segunda B que es donde tiene que estar".

El futbolista gijonés reconoce que la presencia de Pablo Lago, con el que subió en el Langreo, es un aliciente, así como jugar en el Suárez Puerta. "El campo es una delicia para cualquier futbolista, sobre todo si vienes de jugar en sintético".