"Mucho asturiano junto en el desfile. Así que un culín no viene mal". El mensaje de Marcelino Torrontegui en su cuenta de Twitter iba acompañado de una foto en la que el fisioterapeuta candasín, que va por sus sextos Juegos Olímpicos, simulaba un escanciado conjunto con varios paisanos. Además de la jugadora de hockey María López, la atleta Estela García y los tiradores Jorge Llames y Jorge Díaz, Torrontegui reclutó a un técnico de gimnasia, el gijonés Benjamín Bango, y a un compañero de profesión, Senén Fernández, fisio de la selección femenina de hockey. La ceremonia inaugural es uno de los principales atractivos de los Juegos, pero algunos deportistas no pueden participar. En el caso de los asturianos, los jinetes Sergio Álvarez Moya y Gerardo Menéndez, o el piragüista Javier Hernanz, todavía no han llegado a Río. Sí estaba la luanquina Berta García, pero el equipo de rugby en el que juega se quedó al completo en la villa olímpico porque ayer, a las 11 de la mañana hora brasileña, tenían su primer partido del torneo.

Hubo un quinto deportista asturiano en Maracaná, pero no desfiló detrás del abanderado español, Rafa Nadal. El valdesano Borja Vidal Fernández, jugador de balonmano nacionalizado qatarí en 2013, formó parte de la reducida representación del país asiática vestido, como el resto de sus compañeros, con una túnica que allí se conoce como thobe o disdasha.

Borja Vidal, que hoy debutará como olímpico frente a la selección de Croacia, comprobó el viernes en persona que todo lo que le habían dicho era cierto: "La ceremonia fue espectacular. Pese a lo que se había hablado sobre los problemas de la organización, todo salió a la perfección. Los deportistas estuvimos muy bien atendidos. Y, claro, con Maracaná lleno y rodeado por los mejores deportistas del mundo, he cumplido un sueño. Nunca olvidaré haber participado". La gijonesa María López también tenía subrayada la noche desde que se confirmó su clasificación. Pudo hacerse fotos con su ídolo, Nadal, y con varios jugadores de la selección de baloncesto. Incluso con el abanderado de Argentina, el también baloncestista Luis Scola, que no olvida sus inicios en el Gijón Baloncesto.