Simone Biles coronó su brillante actuación en Río 2016 con su cuarto oro, al vencer en la final de suelo, y con ello recoge el testigo de su compatriota Alexandra Raisman, que cambió el título de Londres 2012 por la plata.

Biles, que dejó escapar el lunes el triunfo en barra (fue bronce), se despide de la cita brasileña con las victorias en el concurso general, por equipos y en las finales de salto y suelo.

La estadoundiense, que había sido la mejor en la previa, venció con una puntuación de 15.966, en tanto que su compatriota recibió una nota de 15.500. La británica Amy Tinkler completó el podio con 14.933.

Por su parte, el alemán Fabian Hambuechen alcanzó cerca de la treintena la gloria olímpica con la victoria en la final de barra, que pone el broche a la gimnasia artística en los Juegos.

Hambuechen, subcampeón en Londres y bronce en Pekín, continuó su progresión hasta ceñirse la corona olímpica. Había accedido a la lucha por las medallas de la final más espectacular con la mejor nota. Y en el momento de la verdad incluso recibió mayor puntuación (15.766).

Su ejercicio fue magnífico y acabó con el sueño de sus rivales. El estadounidense Danell Leyva se colgó la plata con 15.500 y el británico Nile Wilson el bronce con 15.466.

El holandés Epke Zondeland, campeón en Londres, acabó séptimo con 14.033 y el brasileño Francisco Barreto Junior obtuvo una meritoria quinta posición con 15.208.

Por otro lado, Oleg Verniaiev, plata en el concurso completo, aprovechó la oportunidad que le brindaron sus queridas barras paralelas para colgarse por fin en Río el oro olímpico. El ucraniano encontró mayor oposición de la esperada en sus rivales, sobre todo por parte del estadounidense de origen cubano Dannel Leyva, al que aventajó solo en 141 milésimas. Verniaiev recibió una nota de 16,041, por 15,900 de Leyva y 15,783 del ruso David Belyavskiy, medalla de bronce.