Al Marino le está costando ver la portería rival en este inicio de temporada. Los azulones sólo consiguieron un gol en los seis partidos oficiales disputados, los cuatro de la Copa Federación contra el Covadonga y el Tuilla, y los dos de Liga, frente al Mosconia en Miramar y el Tuilla en El Candín, ambos con empate final a cero. El único goleador fue Cárcaba, que adelantó a los azulones en Luanco ante el Tuilla en la Copa, aunque los langreanos empataron después con un gol de Abel.

La falta de gol se compensa con una buena defensa, sobre todo en Liga, puesto que el equipo consiguió dejar a cero su portería en los dos partidos disputados. En la Copa Federación recibió cuatro goles, dos contra el Tuilla, uno en cada campo, y dos contra el Covadonga (2-0) en Oviedo.

La plantilla entrenó ayer en Miramar con buen humor después del empate el domingo (0-0) contra el Tuilla en el siempre complicado Candín, en el que había perdido (1-0) en la Copa. Los jugadores dan como bueno el empate después de un partido muy exigente, con mucho contacto, disputa y desgaste físico, sobre todo después de que el local Kike Fanjul fallara un penalti a falta de media hora para concluir el partido, aunque queda el resquemor de las ocasiones falladas por Jairo Cárcaba y Pablo Suárez.

El técnico, Adolfo Pulgar, tiene a toda la plantilla a su disposición para preparar el partido del próximo fin de semana contra el Langreo, que se disputará en Miramar a partir de las 18.00 horas. Algunos jugadores están tocados después del esfuerzo realizado en El Candín, sobre todo el portero Davo, con un esguince leve, y el capitán Guaya, que sufrió un golpe en la espalda. Son molestias habituales después de un partido tan duro y Pulgar confía en su total recuperación para recibir al Langreo, otro de los rivales llamados a pelear por todo este año.

El equipo descansa hoy martes y lo volverá a hacer el viernes; y entrenará mañana, el jueves y el sábado en Miramar.