Álex Arias realizó ayer el primer entrenamiento en su vuelta al Avilés con las mejores sensaciones, después de la primera toma de contacto del lunes. Hacía 15 meses, desde finales de mayo del 2015, que el futbolista blanquiazul no entrenaba en equipo. Fue el previo al partido de vuelta contra el Eldense por la permanencia en Segunda B, una eliminatoria que mandó a los avilesinos de nuevo a Tercera después de cuatro temporadas.

"Físicamente sabía que estaba bien, pero quedaba verlo sobre el campo y me encuentro muy bien", explicó al concluir la sesión. "Me noté más torpe con el balón que de costumbre, pero no me preocupa porque eso se coge rápido", añadió.

El futbolista estuvo el último año en prisión por un accidente de tráfico mortal ocurrido en Salamanca en 2011 y trabajó durante todo el año el aspecto físico porque tenía claro que quería seguir jugando al fútbol y estar en condiciones cuanto antes para poder competir. Pero trabajó solo y le quedaba la duda de como iba a responder ante la oposición de un rival y el contacto propio del fútbol. Por eso afrontó el trabajo con muchas ganas. Quería probarse con oposición y su objetivo era acabar el entrenamiento, pero los técnicos, en contra de su opinión, le obligaron a parar al final para no forzar.

Y es que el problema es la recuperación. "Veremos como estoy mañana (hoy para el lector), pero yo creo que bien porque allí hice un trabajo importante y muchas veces acabé incluso más cansado que hoy", explicó.

La relación con los compañeros es muy buena. "El vestuario me ha acogido fenomenal. Con muchos había estado en otros vestuarios y a todos nos une el fútbol. No hay problemas". Tampoco tiene problemas a la hora de entenderse en el campo. "Hay que esperar porque prácticamente es un entrenamiento pero, por ejemplo con Nacho Méndez nos entendemos solo con mirarnos porque jugamos seis años seguidos juntos en la escuela del Oviedo y otros dos con frecuencia; y con otros, como Matías, es imposible no entenderse en el campo".

La otra conclusión que sacó Álex es que hay una "muy buena" plantilla. "Ya sabía que el nivel es muy bueno y eso influyó en la decisión de venir. No conozco el nivel de la categoría, pero el del Avilés es muy bueno", insistió.

La afición está muy ilusionada con lograr el ascenso esta temporada y la incorporación de Álex Arias aumenta las expectativas, algo que no asusta al centrocampista corverano. "Lo que tenemos que hacer es asumir esa presión y responder en el campo a la ilusión de la gente", concluyó.

Los técnicos, satisfechos. El preparador físico del club avilesino, Dani Balbín, certifica que el jugador está muy bien físicamente, "mejor de lo que esperábamos y con ganas de hacer más". Por eso, explica, "tuvimos que pararlo un poco al final porque hoy esta muy bien, pero hay que ver como asimila la carga porque fue un entrenamiento fuerte", señaló. Balbín no se atreve a poner fecha a su reaparición. "Tendrá unos minutos contra el juvenil e iremos viendo día a día, y en cuanto pueda entrará porque es muy bueno".

En términos similares se manifestó el técnico, Pablo Lago. "Está muy bien, pero yo creo que ha hecho más de lo que debería, quizás los reducidos le sobraban".

Y es que fue un entrenamiento con bastante carga física, "el más fuerte del año hasta ahora", según Lago, con reducidos, posesiones y trabajo preventivo de fuerza que se nota las piernas. "Veremos como lo asimila. Si en el partidillo contra el juvenil no tiene molestias, y el viernes y el sábado está bien entrará en la convocatoria para recibir al Praviano y ya veremos lo que juega". Y concluyó: "Si podemos esta semana ya lo metemos en la dinámica".