Gijón, Dani BLANCO

El Sporting B encontró más problemas de los que se esperaba en un principio para superar al Lenense (2-0). Ya avisaba en los prolegómenos el técnico José Alberto de que no quería confianzas en su equipo que, en esta ocasión, tuvo que tirar de pegada para sacar adelante un partido poco brillante en cuanto a juego.

El Lenense se plantó en el Pepe Ortiz con un planteamiento sólido en defensa, sin dejar resquicios entre sus líneas para tapar las peligrosas líneas de pase de los rojiblancos. El filial, que hasta el momento había logrado dos cómodas goleadas como local, vio como en esta ocasión tuvo que trabajar con firmeza para lograr la victoria. Bien es cierto que tampoco vio peligrar su portería. La imprecisión estuvo a la orden del día y fue en un pase largo al área, con la incorporación de Cordero, cuando el Sporting B sorprendió al Lenense. La dejada del lateral a Álvaro le sirvió a éste para conectar un potente disparo que se coló en la red. El filial, además, se quedó con diez antes del descanso al entender Valdés Díaz una agresión de Cristian Salvador sobre Fredo.

En la segunda mitad, la tónica era similar, con un Sporting B que llegaba con más peligro al área rival, pero sin excesivas concesiones del Lenense. Claudio y Álvaro pudieron poner la sentencia antes de que el Lenense viese como se le anulaba un tanto de cabeza a Chiqui Piquero por falta anterior al remate. El partido fue incómodo para los gijoneses, así se lo propuso el Lenense que, en ese aspecto, salió ganando. Las fuerzas se igualaron con la expulsión del visitante Pelayo y Rubén Sánchez sentenció el duelo a cinco minutos del final batiendo a Jano. Sufrió, pero el filial supo ganar un partido sin brillo.