El primer juvenil del Avilés estrenó el casillero de victorias con un importante, merecido y trabajado triunfo ayer ante el Areosa gallego, un buen equipo que se nutre con jugadores del Celta de Vigo y que achuchó en la última fase del segundo tiempo.

El partido empezó muy igualado. El Avilés trataba de dominar el juego aunque los vigueses salían muy bien en rápidas contras, sobre todo por la derecha, que provocaron algunos desajustes en la defensa local y crearon mucho peligro, pero les faltó acierto en los últimos metros y malograron dos llegadas bastante claras.

Los locales mejoraron la defensa y poco a poco fueron imponiendo su juego hasta lograr el gol. Fue una jugada por la izquierda que terminó en saque de esquina botado por César muy bien al primer palo, donde apareció el central Nacho para adelantarse a todos y cruzar un excelente cabezazo a la escuadra izquierda de Diego. Imparable.

El gol no cambió nada sobre el mal césped de La Toba y el Avilés siguió dominando hasta el descanso. Los vigueses salieron más decididos en la segunda parte y dominaron el balón aprovechando que los locales notaban el esfuerzo del primer tiempo, pero los jóvenes blanquiazules supieron sufrir para llevarse tres importantes puntos.

El técnico, Xiel, acabó muy satisfecho del resultado y del partido. "Estoy muy contento porque dejamos la portería a cero por primera vez y el triunfo es un refuerzo muy importante porque los chavales ven que el trabajo diario tiene su recompensa". Y añadió: "La pena es que al final sufrimos cuando tuvimos ocasiones para sentenciar mucho antes".

El equipo llegaba de sumar dos empates a domicilio ante el Alondras (2-2) y Santiago de Compostela (1-1) y lleva cinco puntos, un buen botín tras cuatro jornadas disputadas. "Lo importante es que los chavales van asimilando los conceptos y mejorando cada partido. De hecho este ha sido el más completo tanto en ataque como en defensa desde que empezamos", concluyó el técnico.