El Real Madrid consiguió que el trueno de Oklahoma sonara desafinado al vencer por 142-137 en la prórroga de un partido amistoso que dominaron los estadounidenses hasta mediado el último cuarto. La defensa del Real Madrid desde el descanso, y muy especialmente en el último cuarto y en la prórroga, fue detonante para que el marcador se igualara y para que se vieran las carencias de un equipo, el Okalhoma City Thunder, que está en los albores de la temporada y muy falto de entrenamientos.

La paridad inicial en el marcador apenas se mantuvo cinco minutos (12-16), con Victor Oladipo como el más acertado de los NBA con 8 puntos en esos instantes iniciales. Un parcial de 0-8 en apenas dos minutos (12-24) abrió unas diferencias ya prácticamente insalvables que acabaron de desmotivar a las gradas. Al final del primer cuarto todo el pescado pareció vendido y cualquier posibilidad de espectáculo se había disipado por completo. El 22-35 no dio para más.

En el segundo acto hubo más de lo mismo. Lo que varió fue la aparición de Sergio Llull en escena. Con 11 puntos impidió que las ventajas de Oklahoma aumentaran en exceso. Y por si faltaba algo para hacer reconocible a Llull, un triple a tablero en el último segundo del cuarto, para poner el 50-65 en el marcador, llevó su inimitable firma en la acción más aplaudida del choque. Tras el paso por vestuarios, el Madrid salió un poco más centrado, con Llull y Rudy Fernández al mando de las operaciones y tras un parcial de 11-10 en los primeros 4 minutos y medio, 61-75, Billy Donovan, entrenador de los Thunder, pidió tiempo sin dilación para evitar cualquier desmán.

Cuatro triples de Trey Thompkins, de cinco intentos y 16 puntos, también colaboraron a que el marcador se estrechase, 79-88 (min. 34). Los Thunder pusieron toda la carne en el asador y cuando pareció tener la victoria asegurada volvió a aparecer Llull para con otro triple en el último instante empatar a 126 el partido.

El triple final fue para Othello Hunter y el partido acabó con victoria madridista por 142-137.