El Langreo recibe esta tarde a uno de los equipos más en forma de la categoría, el Covadonga. Ganzábal se prepara para acoger el duelo ante el colíder de Tercera División en un duelo que marcará el fin de una racha para los dos contendientes. Ni langreanos ni ovetenses han perdido aún en la presente campaña.
Además, los de Hernán han sumado todos sus puntos como locales y los de Fermín han vencido en todos sus compromisos lejos de su feudo. Una de las dos rachas tocará a su fin tras el duelo de esta tarde.
Los langreanos tratarán de prolongar su racha como locales. El equipo azulgrana se aferra a Ganzábal, donde no cae desde el 4 de abril de 2015, cuando sucumbieron ante el Sporting B por 0-1. De este modo, los de Hernán Pérez tratarán de acercarse a las posiciones de promoción de ascenso, las cuales se sitúan a cuatro puntos tras siete jornadas disputadas.
De cara a este encuentro, Hernán cuenta con todos sus futbolistas a excepción de Nacho Calvillo, quien tendrá que cumplir un encuentro de sanción por acumulación de cartulinas amarillas. La enfermería del Langreo se ha vaciado esta semana y el técnico ovetense recupera a futbolistas como Pelayo o César Suárez. Hernán ha citado a dieciocho jugadores, por lo que tendrá que efectuar dos descartes antes de que dé comienzo el duelo.
El posible once del Langreo sería el compuesto por Adrián Torre; Pablo Acebal, Joaquín Peña, Álvaro Cuello, Dani López; Turzo, Espolita; Luis Nuño, Omar, Damián y Carlos de la Nava. Para posibles recambios, Hernán podría contar con Javi Menes, Edu, Pelayo Pedrayes, Castiello, César Suárez, Juan Steven y Jairo.
El encuentro de hoy será especial para los integrantes del cuerpo técnico del Langreo. Tanto Hernán Pérez como Clemente Sánchez colgaron las botas en el Covadonga. Hernán se retiró en la temporada 2010-11, mientras que Clemente llegó al Langreo la pasada temporada, después de abandonar la práctica del fútbol a los 44 años. Además, el último enfrentamiento entre Langreo y Covadonga, el pasado 7 de enero, significó el retorno de Michu a los terrenos de juego tras un año y medio de calvario con las lesiones.
