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Baloncesto

Salvó, presente y futuro

El prometedor alero catalán fue uno de los protagonistas de la victoria (85-74) del Unión Financiera en Pumarín ante el Clavijo

Miquel Salvó, con el balón, durante el partido ante el Clavijo en Pumarín. FERNANDO RODRÍGUEZ

En el Unión Financiera todo parece ser felicidad en este inicio de Liga. Los resultados acompañan, los fichajes responden, los jugadores están encantados con el club y además el sábado pudieron comprobar que era cierto todo lo que les habían contado sobre el apoyo de la afición ovetense en el pabellón de Pumarín.

Miquel Salvó corrobora ese estado de optimismo generalizado que vive el equipo. El alero de 21 años y 2.05 de estatura, que se ha incorporado esta temporada al equipo carbayón después de realizar una gran temporada en LEB Plata con el equipo de su tierra, el Club Basquet Tarragona, reconoce que todo está funcionado a las mil maravillas: "Las expectativas me las habían puesto muy altas con este club y la verdad es que estoy muy contento, muy integrado, feliz con el cuerpo técnico, con la directiva y con los compañeros", explica el jugador.

Salvó fue uno de los protagonistas del Unión Financiera en la victoria (85-74) ante el Clavijo. Un estreno en Pumarín difícil de mejorar. Más allá de los 11 puntos y 3 rebotes que consiguió en el encuentro, lo más importante fue el cambio que dio al equipo en un momento de dificultad. Entró a la pista cuando el Unión Financiera estaba por debajo en el marcador, sufriendo mucho en defensa, y supo ser agresivo y darle al conjunto ovetense el cambio que necesitaba: "El otro día me tocó a mi dar ese plus en defensa", reconocía.

Para Salvó lo mejor de este equipo es que todos suman y que cualquiera puede tener un mal día porque sabe que otro compañero lo tendrá mejor y será capaz de sacar las cosas adelante: "Lo mejor que tenemos es que no se nota la diferencia cuando entra alguien del banquillo. Somos una plantilla muy corta pero en la que todos aportamos". Otra de las características que definen a este equipo es la juventud, un detalle que ha ayudado a formar un grupo muy compacto: "Somos todos muy jóvenes, nos hemos adaptado muy bien ya desde el inicio de la pretemporada y tenemos un gran vestuario". La juventud del equipo es tan llamativa que lleva a que el base Dani Pérez, de 26 años, sea casi un veterano y a que el propio Salvó, de 21, pueda llegar a ser el mayor en algunos de los quintetos que se dan en los entrenamientos: "A veces soy yo el mayor del quinteto durante los entrenamientos".

La progresión de este joven y aguerrido jugador, que puede jugar en las posiciones de tres y de cuatro, es tal que se da la circunstancia de que ya tiene firmado un contrato con el Manresa para jugar la próxima temporada en la ACB. Un detalle que prefiere olvidar para centrarse en la actual campaña: "Lo del año que viene es algo en lo que no me fijo para nada. Estoy al 100% con el Oviedo; si pienso en el año que viene será peor".

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