La directiva del Avilés presentará un informe ante el Comité de Árbitros de la Federación Asturiana sobre los arbitrajes que está "sufriendo" el equipo en lo que va de temporada. "Estamos muy preocupados y queremos poner el asunto en conocimiento del Comité al menos para que sepan de nuestro malestar y para que hagan un seguimiento de lo que nos está pasando porque no es muy justo", señaló el gerente del club, Victorino Arias, tras comentar el asunto en la tarde de ayer con el presidente, José María Tejero, y el responsable del primer equipo, José Luis Tamargo.

La idea es elaborar en los próximos días un completo dossier con los vídeos de los partidos en los que el club se considera perjudicado, tanto por las decisiones erróneas en las jugadas como en el aspecto disciplinario.

El técnico, Pablo Lago, también se quejó de las decisiones arbitrales. "No estamos teniendo suerte porque nos han pasado unas cosas rarísimas, desde una falta dentro del área que nos costó un gol y una tarjeta por unas palabras de un jugador, cosa que no vi en ningún otro partido, hasta que en el acta de Siero se refleje que perdimos tiempo para salir al campo y se multe al club cuando estuvimos más de diez minutos esperando que un jugador del Siero se cambiase los calcetines".

La gota que colmó el vaso de la paciencia blanquiazul fue el partido de la final de la Copa Federación del pasado miércoles. Y es que el club considera que los errores fueron decisivos en la derrota (3-1) ante el Sporting B. El más importante fue la expulsión del capitán Pantiga por una mano dentro del área con un forcejeo con Rubén. En el vídeo no está claro que fuera dentro del área y, además, se aprecia que la mano es del jugador rojiblanco.

Pantiga lo explicó así: "Yo voy a darle al balón pero de repente desaparece y va al portero. Pensé que había pitado falta suya, y grité 'mano, mano', pero el árbitro me replica que es mano mía, penalti y encima amarilla. Increíble".

El capitán lamentó que el colegiado "no haya medido bien" tratándose de una final porque, recordó, "nos estamos jugando algo y no se pueden tomar esas decisiones a la ligera". También él ve una injusta actuación de los colegiados con el equipo. "Este año los árbitros tela con nosotros. Nos están castigando mucho a pesar de que no damos una patada a nadie y nos cosen a tarjetas cuando no creo que seamos un equipo agresivo, ni mucho menos".

Lago no vio nada en la polémica jugada del penalti. "Es un forcejeo y se ve que Pantiga ni tiene intención de darle con la mano ni le da, y es una pena cargarse una final en una jugada tan complicada de ver y después de decidir de una manera tan parcial".

Pero de la final hay más. El árbitro, López Abelleira, sólo sacó tarjetas a los avilesinos Pablo Lago, Esteve Peña y Álex Arias en la tangana previa al descanso, después del feo gesto de Jaime Santos hacia Álex Arias, cuando participaron los jugadores y técnicos de ambos equipos. Para los rojiblancos no hubo cartulinas.

Y antes de todo eso, en los prolegómenos del encuentro, el árbitro confirmó al delegado blanquiazul, Quico Álvarez, que se podían hacer tres interrupciones durante el partido y siete cambios en total, sin que contaran los que se hicieran en el descanso. Es decir la misma normativa que en la fase previa y bajo esas premisas el técnico, Pablo Lago, planificó los cambios. Sacó a Keko por Manu Blanco, y a Nacho Fernández por Seger en el minuto 54, y cuando intentó hacer otros dos cambios para dar aire al equipo, el asistente le indicó que sólo le quedaba un cambio. "Le pedí explicaciones al colegiado y me dijo que les acababan de comentar en el descanso que sólo se podían hacer tres. Le recriminé que no nos haya avisado cuando se enteró porque nos perjudicó mucho, pero el daño ya estaba hecho", explicó Quico.