Nacho Fernández es el único jugador de la actual plantilla del Avilés que jugó en Primera (Deportivo Alavés) y en Segunda División (Deportivo Alavés, Racing de Ferrol y Ponferradina). El central ovetense (36 años) cumple su segunda temporada en el club, al que llegó desde el Caudal de Mieres en junio de 2015.

El pasado año jugó 32 partidos (28 titular) y marcó un gol en el Requexón al Oviedo B, el próximo rival de los blanquiazules. Este año, sin embargo, tiene menos presencia en el equipo. Jugó media parte en Langreo al sustituir a Palazuelos en el minuto 40 y no entró en el once de Lago en Liga.

La baja por sanción de Nuño le convierte en la principal opción para jugar el domingo ante el filial azul junto a Pantiga en el centro de la zaga, y asegura que está preparado. "Los que estamos en el banquillo siempre tenemos que estar listos para aprovechar la oportunidad que se presente y sumar por el bien del equipo".

El defensa ovetense se cuida al máximo, señala, "porque en este vestuario hay una competencia enorme, todo el mundo está apretando muchísimo y si no te cuidas no hay nada que hacer", y asegura que tiene las ganas "de un principiante" de estar en el once. "Para eso trabajo toda la semana y el día que pierda la ilusión por jugar me iré para casa", explica.

Las últimas derrotas en la final de la Copa Federación (3-1) ante el Sporting B y en Liga con el Marino (1-0), unido a otras cuestiones extradeportivas que rodean al equipo, provocan cierta incertidumbre pero Nacho asegura que hay que sobreponerse. "Todos sabemos lo que es el fútbol y hay que seguir adelante. Nosotros somos muy profesionales y vamos a trabajar hasta el último día para lograr las metas marcadas".

Y todo ello coincide con el calendario más difícil, con enfrentamientos ante los rivales que también luchan por el título y el ascenso. "Nos espera un mes muy difícil pero también muy bonito frente a los mejores que motiva mucho. Sabemos que no podemos fallar y eso nos tiene que dar fuerzas para poder sacar adelante estos partidos tan duros", señaló.

El vestuario, apunta el defensa, recibió los últimos golpes "cabizbajo porque no era lo que teníamos en mente", pero eso ya pasó. "Jugamos cada partido con la ilusión de ganar pero no pudo ser y ahora sólo tenemos que pensar en el Oviedo B, un rival enorme que está en un momento fantástico y que nos va a poner las cosas muy difíciles", argumentó.

Un partido que Nacho Fernández califica como "más importante si cabe" que otros porque "hay que salir de esta pequeña racha negativa a la que, por cierto, tampoco hay que dar demasiada importancia porque a lo largo de una temporada se tienen baches". Y añadió: "Lo importante es saber levantarse y salir de ahí cuanto antes, y creo que el partido del domingo nos dirá muchas cosas".

La plantilla blanquiazul pasa por ser de las mejores de la Tercera asturiana y Nacho afirma que hay que tener confianza en el equipo porque "hay ilusión desde el primer día que empezamos la pretemporada y ahora también tiene que haberla". Y es que, en su opinión, "por un par de resultados negativos no nos vamos a venir abajo, ni mucho menos, este es un vestuario fuerte con gente veterana y con jóvenes con una ilusión tremenda, así que no nos podemos permitir el lujo de venirnos abajo", concluyó.