El Avilés recupera la normalidad en cuanto a efectivos y en principio el técnico, Pablo Lago, tiene a su disposición a toda la plantilla para afrontar el partido del próximo domingo en el J.A.A. Rabanal (12.00 horas) ante el Covadonga, el tercer clasificado con 22 puntos, dos menos que los avilesinos que son líderes.

El equipo entrenó ayer a muy buen ritmo en Miranda con todos, aunque Marcos Torres no hizo la última parte de partidillos en espacios reducidos por precuación tras sentir molestias por un pequeño esguince en el tobillo izquierdo que no le impedirá estar para el domingo y Álex Seger trató con hielo el tobillo derecho al final del entrenamiento por un golpe, pero también podrá ser de la partida.

La noticia es muy buena porque el equipo no estaba al completo prácticamente desde principios de temporada. La semana pasada, de hecho, faltaban ante el Oviedo B tres jugadores por sanción (Dudi, Matías y Nuño), más Palazuelos y Marcos Torres que acababan de salir de una lesión y sólo disputaron unos minutos durante el segundo tiempo. Los cinco son titulares habituales y Lago tuvo que cambiar el habitual sistema de este año (4-2-3-1) para sacar el mayor provecho de los futbolistas disponibles y puso sobre el césped del Suárez Puerta a tres centrales, dos carrileros, tres medio centros y dos delanteros.

Marcos Torres y Palazuelos están totalmente recuperados de sus respectivas dolencias musculares en el isquiotibial y es prácticamente seguro que vuelvan el domingo al once tras dos y cuatro semanas respectivamente fuera del equipo inicial.

La falta de bajas llega en el mejor momento porque el conjunto blanquiazul está pasando por el tramo más duro del calendario, con enfrentamientos ante los equipos que luchan por el play-off y el título. Los avilesinos ya jugaron, y perdieron, con el Marino (1-0) en Miramar, ganaron al Oviedo B (1-0) en el Suárez Puerta y en una semana tienen tres partidos vitales: el domingo con el Covadonga (12.00 horas) en el J.A.A. Rabanal de Oviedo, el martes ante el Llanes (12.00 horas) en el Suárez Puerta, y el primer domingo de noviembre frente al Sporting B en Mareo.

El hecho de jugar dos partidos muy exigentes en 48 horas (Covadonga y Llanes) obliga al técnico avilesino a distribuir muy bien los minutos para sacar un equipo competitivo en ambos casos, reservar fuerzas para visitar al Sporting B, y evitar lesiones.

Un reto y un calendario complicado que tiene su lado positivo, según el entrenador blanquiazul. "Si conseguimos superar a estos rivales y lograr buenos resultados les meteremos más diferencia en la tabla. Con esa ilusión afrontamos estos partidos tan difíciles", señaló.