La racha de Pablo Carreño encontró ayer su punto final en los octavos de final del ATP'500 de Basilea. El asturiano, que venía de sumar seis victorias consecutivas -las cinco que le valieron el título el pasado fin de semana en la Kremlin Cup de Moscú, y la lograda el miércoles en la primera ronda del torneo helvético ante Fernando Verdasco- caía ayer por 6-0 y 7-6 (7-4) ante el croata Marin Cilic, decimosegundo jugador del mundo y cuarto cabeza de serie.

Carreño estuvo desaparecido en la primera manga, en la que Cilic hizo estragos con su servicio sobre la superficie rápida de Basilea. El gijonés sólo fue capaz de ganar un punto al resto y cinco en total de los 29 disputados en todo el set.

En el segundo Pablo Carreño recuperó su buen tono, manteniendo el pulso al partido en todo momento. Con 5-4 en contra salvó una bola de partido en el décimo juego y en el siguiente tuvo dos oportunidades, las dos únicas de todo el choque, para quebrar el saque de Cilic. No las concretó y el set se iba al desempate, en el que el tenista asturiano tuvo ventajas de 0-3 y 2-4, para recuperar entonces Cilic sus mejores golpes y encadenar cinco puntos consecutivos (7-4) que le valían para sentenciar el partido.

El croata, ganador este año del Master 1.000 de Cincinnati, se medirá ahora en cuartos de final con el también español Marcel Granollers, que ganaba 6-3 y 6-1 al estadounidense Jack Sock.

Carreñóo cerrará la temporada con la disputa la próxima semana del Master 1.000 de París.