Al Villa de Mieres le ha sentado bien la mudanza al Polideportivo Universitario. El equipo rojillo consiguió su primera victoria de la temporada en su nueva cancha tras deshacerse con contundencia de un Seis do Nadal Coia que apenas opuso resistencia. Los pupilos de Guillermo Arenas abandonan el farolillo rojo de la clasificación después de un partido donde sobresalieron Bobby Harris (33 puntos y siete triples encestados de nueve intentos) y Jeff Dirkin (20 puntos y 16 rebotes). La defensa y la alta intensidad hicieron el resto.

El encuentro comenzó con un Villa de Mieres arrollador. Los de Guillermo Arenas no quisieron dar tregua a su rival gallego y, liderados por un excelso Harris, comenzaron a crear problemas al Seis do Nadal. El escolta norteamericano se mostraba acertado tanto en penetraciones como en tiros exteriores. Nadie lo podía frenar.

El equipo mierense también crecía desde la defensa. Las buenas acciones atrás permitían robar y jugar transiciones rápidas en ataque. Los gallegos se mostraron desactivados y Arenas optó por dar entrada a los jugadores del equipo junior Alexei Pérez y Rafa García. El base cuajó unos buenos minutos al final del primer cuarto que se vieron refrendados con tres puntos. Al término de los primeros diez minutos los locales ya vencían por 29-13.

En los primeros compases del segundo cuarto se produjo un pequeño apagón por parte del cuadro local. Los gallegos aprovecharon entonces para reducir distancias en el marcador Un parcial de 0-6 para Seis do Nadal hacía aparecer las dudas en el polideportivo universitario (29-19).

Sin embargo, de nuevo los de Arenas volvieron a meter la directa. El Villa de Mieres dio un paso adelante en intensidad y de nuevo volvieron a coger distancia en el marcador. Los locales seguían liderados por Harris y Dirkin para llegar al marcador con una ventaja de 23 puntos (49-26).

En el tercer periodo, los de Arenas mantuvo el elevado ritmo de juego. La defensa siguió mejorando, mientras que Harris afinó su puntería para no fallar ninguno de sus tres lanzamientos desde la línea de 6,75 efectuados en este cuarto. El escolta se dedicaba a la anotación y a levantar a la grada, mientras que Dirkin en la zona y De la Calle, Camarasa o Bretón en el exterior, realizaban el trabajo sucio. Rebotear, defender y lanzar contragolpes.

El último cuarto no significó un descenso en la intensidad del cuadro mierense. Los de Guillermo Arenas defendían como si el encuentro estuviese apretado y con todo por decidirse. Los jugadores junior del equipo siguieron aportando, con un Rafa García acertado en la dirección y un Alexei Pérez que va cogiendo confianza en las posiciones interiores. El Villa de Mieres es un equipo coral, prueba de ello es que todos los jugadores que saltaron a pista anotaron.

Llega la primera y necesaria victoria para el Villa de Mieres. Un triunfo que refuerza la confianza de los de la Cuenca del Caudal para los siguientes encuentros. Sin apenas tiempo para descansar, el conjunto rojillo recibirá pasado mañana al filial del Ourense. Un equipo joven y atlético que acudirá a Mieres para disputar el encuentro aplazado de la primera jornada.