El día 24 fue un lunes de premios, ya que a la lista de candidatos al "Balón de Oro" se unió la gala de entrega de los galardones de LaLiga, como le gusta a Javier Tebas que se conozca a la competición que él gobierna con mano de hierro y tesorería en expansión. Y los dos dejaron mucho margen para la discusión, que es de lo que se trata cuando está una materia tan subjetiva como el fútbol por el medio. El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, aportó un punto de vista interesante: "Estoy en contra porque se le sube a la cabeza a los jugadores y ves a muchos pensando sólo en ellos, en el Balón de Oro, y no en el equipo. El fútbol es un deporte de equipo y no es lógico premiar el esfuerzo individual". Seguro que muchos de sus colegas firmarían debajo de esa declaración, pero Wenger tiene todas las de perder: la industria del fútbol necesita que le iluminen estos focos para que la rueda del dinero nunca pare de girar.