El Caudal vuelve a ganar a domicilio y coge aire tras cinco desplazamientos consecutivos perdiendo. El 0-1 del pasado domingo en Estella ante el Izarra se gestó gracias a la seguridad defensiva el que ha sido el gran talón de Aquiles de los de Iván Ania y es que por primera vez en lo que va de temporada los blanquinegros dejaron su meta a cero en un desplazamiento.
El duelo del domingo en Merkatondoa era vital para un Caudal que quería ganar en tranquilidad tras encadenar cinco salidas consecutivas perdiendo. Los mierenses no vencían lejos del Hermanos Antuña desde la segunda jornada cuando se impusieron por 3-4 al Burgos en El Plantío. Desde aquella tarde burgalesa el Caudal ha acumulado cinco derrotas ligueras además de la de Copa ante el Toledo. Seis duelos que dejaron a los blanquinegros "tocados" pues Ania confesó que "necesitamos puntuar fuera para no afrontar los partidos de casa como si fueran finales". Por este motivo y tras caer el miércoles en Aranda de Duero contra un rival directo por la salvación el encuentro de Merkatondoa era vital. El equipo dio la cara y, sobre todo, lo hizo merced a la seguirdad defensiva.
Hasta el duelo de Merkatondoa el Caudla había recibido tantos en sus salidas. En Burgos pese a vencer encajaron tres y luego en las derrotas ante Valladolid B (2-1), Tudelano (1-0), Cultural Leonesa (3-1), Coruxo (3-1), Arandina (2-1) y Toledo en Copa (4-1). En todos fueron incapaces de dejar su marco a cero algo que en Estella pudieron conseguir y eso que no era la mejor tarde para ello. El Izarra estaba invicto en caso y además Ania no podía contar con tres de sus defensas titular como eran Súper, Saavedra y Armando Invernón pero en el peor momento los jugadores caudalista dieron muestras de solidez defensiva amparándose en jóvenes como Pelayo Castañón y Colo. Queda refrendarlo el próximo domingo ante el Guijuelo en Mieres, a las 18.30 horas.
