Felipe dos Anjos no sólo es un chico de 18 años que mide 2.18 y al que le espera un gran futuro. El brasileño es también un jugador de presente, de los mejores pívots de la LEB Oro. Un chico con carácter, con espíritu de superación, que sabe aprovechar la ventaja que le ofrece su enorme envergadura y que cada partido demuestra que ha utilizado la semana de entrenamientos para corregir errores.

El brasileño, cuyo apellido se traduciría al español como De los Ángeles, jugó ayer en Pumarín su mejor partido desde que llegó al Unión Financiera y quizás el mejor de su carrera. Lo dicen los números, 24 puntos y 13 rebotes, pero también se sintió en la cancha cada vez que aprovechaba una asistencia para machacar con rabia y celebrarlo con el público. También estuvo magnífico capturando siete rebotes ofensivos que dieron vida a un equipo que no estuvo ayer demasiado acertado en el tiro exterior.

La aportación de Dos Anjos, su energía, fue decisiva para un Unión Financiera que se mantiene invicto en casa a pesar de los problemas de tener una plantilla corta con un calendario tan apretado. Al cansancio acumulado por los jugadores se le sumaban las lesiones de Víctor Pérez (tampoco podrá jugar el viernes en Castellón) y de Mouhamed Barro (es sería duda para el siguiente encuentro). Esa falta de efectivos y de energía se dejó notar en la primera parte. Al equipo le faltaba algo de chispa y enfrente tenía a un rival dispuesto a aprovechar cualquier despiste del equipo ovetense. En el Prat estuvo fantástico Xabi López-Aróstegui. Este alero de 19 años demostró con sus 31 puntos y 8 rebotes que es una de las más sólidas promesas para el Joventut. No tardará mucho en estar en la ACB.

Un triple de Drew Windler sobre la bocina dejó el marcador empatado (34-34) en la primera mitad. Una primera parte en la que ya emergió otro de los protagonistas del encuentro. El base Fabio Santana sumó 11 puntos en los veinte primeros minutos cogiendo la responsabilidad anotadora del equipo. Gran partido también el que firmó este joven canario.

La sensación era que al Unión Financiera le faltaba meter una marcha más para decantar el partido. Y con esa mentalidad salieron en el tercer cuarto. Un grado más de intensidad en defensa sirvió para que el equipo ovetense fuera cogiendo algo de ventaja en el marcador. Dani Pérez estuvo sólo bien (9 puntos y 10 asistencias) y no excepcional como en partidos anteriores, pero aún así encontró una y otra vez a Felipe dos Anjos por dentro. El Prat estaba pasando sus peores momentos, incapaz de frenar a un Unión Financiera que encontró debajo de los aros lo que otros días saca de los triples, ayer bien defendidos por los catalanes.

Prat no se rindió y aguantó el envite. Encaró el último periodo con una desventaja de siete puntos (57-50) y con la convicción de que podía cortar una racha que ayer se fue a seis derrotas consecutivas. Los catalanes tenían en la cancha gente como Xavi Forcada y Pep Ortega, jugadores con talento y experiencia suficientes como para conseguir el objetivo.

Y lograron llevar el partido a distancias cortas, marcadores ajustados que hacían que la balanza pudiera decantarse para cualquier lado. Un triple de Forcada a 3.22 del final ponía el partido en un punto (67-66). No se arrugaron los locales y supieron jugar al intercambio de golpes, con Pep Ortega yendo una y otra vez a los tiros libres. Y fue Windler el que dejó casi zanjada la contienda (76-71) con un triple a 36 segundos del final.

Faltan por recuperarse lesionados y falta que Hernández-Sonseca se ponga a tono tras salir de una lesión, pero este Unión Financiera ya juega como los ángeles y además está en las alturas de la clasificación de LEB Oro.