Pamplona, Área 11

El reencuentro del Lealtad con el gol fuera de casa se quedó sin premio. El conjunto maliayo, que no marcaba desde la tercera jornada, cuando David Grande batía en el minuto 26 la portería del Caudal en el Hermanos Antuña, logró romper después de 456 minutos su negación ante el gol, y de nuevo con David Grande como protagonista, pero en esta ocasión no le valió de nada pues encajaba cuatro tantos. Un resultado demasiado abultado teniendo en cuenta lo que se vio sobre el césped, donde ambos conjuntos disputaron un partido igualado, con ocasiones claras en las dos porterías. El mayor acierto de los futbolistas rojillos inclinó la balanza del lado local.

En el minuto 6 un trallazo lejano de Perea adelantó a Osasuna B. El gol dio alas a los rojillos, y la primera llegada con peligro del Lealtad no se dio hasta mediada la primera parte. Fue en una jugada entre Garrido y David Grande, que mostraron una gran conexión. Precisamente fue el ariete madrileño quien puso las tablas pasada la media hora de juego.

El Lealtad se hizo con el balón, imponiéndose en el aspecto físico. Sin embargo, Javi Martínez volvió a adelantar a los hombres de Mateo en el minuto 38 en un alarde de picardía. Y con el 2-1 se llegó al descanso, aunque si decidiera el juego, lo más justo hubiese sido un empate.

El arranque del segundo tiempo trajo consigo un mazazo para el equipo de Villaviciosa. Miguel Díaz anotó el 3-1 apenas 40 segundos después del pitido de reanudación. Pero un clarísimo penalti de Eguaras permitió a David Grande anotar su segundo gol y acortar distancias. Juan paró el lanzamiento, pero el atacante estuvo atento y marcó en el rechace.

La lluvia, intensa, deslució el juego, y ya en el minuto 70 otro penalti claro, esta vez por mano de Adrián Llano, supuso el 4-2 para Osasuna B. Una renta a la postre definitiva. El Lealtad no bajó los brazos y se echó adelante, lo que aprovechó el filial rojillo para crear más peligro.

Lo más destacado de los minutos finales fue el debut de Valdo, que fue muy aplaudido en la que fue su casa. Al final, los puntos se quedaron en Pamplona, con lo que los locales ponen fin a una racha de cinco partidos sin ganar mientras el lealtad eleva la suya a cuatro sin conocer la victoria.