El equipo juvenil que compite en el grupo 1 de División de Honor es el último escalón que han de subir la mayoría de sus integrantes antes de dar el salto a senior. Muchos de los jugadores del División de Honor pasarán a formar parte del filial del Oviedo la próxima temporada. Los encargados de que den ese último paso con garantías son el entrenador Álex Rodríguez, su segundo, Fermín Álvarez, y el preparador físico Carlos Suárez. Un equipo que ya trabajó junto la pasada temporada, en la que el primer juvenil azul logró clasificarse para disputar la Copa del Rey, algo que no lograba desde el años 2003.

A Álex Rodríguez no le preocupa demasiado el hecho de que la pasada temporada se lograra un éxito tan sonado. Es verdad que en el equipo tienen el listón muy alto pero tiene claro que la prioridad es la formación y no tanto los resultados, aunque es consciente de que también se les exige ser competitivos. "Lo del año pasado es difícil de repetir, fue muy bonito y lo sería también volver a conseguirlo. Tenemos la suerte de que hay gente en el equipo que ya estaba la pasada temporada y que sabe lo que es esta categoría", dice el técnico.

Una Liga, la de División de Honor, que para Álex Rodríguez "es una pasada. Vemos que a muchos jugadores que llegan nuevos les cuesta seguir el ritmo de esta competición porque es elevadísimo. Tiene que desarrollar las mismas acciones en la mitad de tiempo", explica. Una competición ideal para acostumbrar a competir a alto nivel a los que en un futuro podrían ser jugadores del primer equipo del Oviedo.

Para Álex Rodríguez esta temporada la Liga está "más igualada. Hay más equipos con posibilidades de estar arriba", añade. Lo que está percibiendo el técnico del juvenil azul es que se han ganado el respeto de los rivales: "En muchos campos somos el rival a batir. Eso es bueno para nosotros a nivel formativo. Yo lo veo como positivo porque deben acostumbrarse a eso".

Otra de las grandes alegrías que se ha llevado el entrenador del juvenil es la cantidad de gente que subió al filial de Tercera. "Al final lo que importa es que los jugadores promocionen, que suban y que sean importantes para el club. Esta temporada tenemos tres juveniles integrados en el Vetusta que son importantes en el equipo. Esos jugadores podrían ayudar al juvenil pero es mejor que suban y que formen parte totalmente del filial", añade.

En cuanto a su labor con los futbolistas, Álex Rodríguez explica que a estas alturas se trata sobre todo de conseguir que "piensen más rápido. Intentamos reproducir lo que se van a encontrar en la competición. No hay que separar formación de competición", explica.

Álex Rodríguez tiene a su lado a un exjugador del Oviedo, Fermín Álvarez. Con el exfutbolista de Grado forma un equipo que completan también el preparador físico Carlos Suárez y Nando, el entrenador de porteros. Fermín Álvarez considera que a estas alturas del proceso de un canterano pesa más "la competición que la formación. Aún así hay muchos errores que corregir por mucho que ya hayan aprendido. Hay cosas que cambiar para que en el futuro puedan dar el salto al primer equipo".

En cuanto a las cosas que más hay que corregir a los jugadores del División de Honor, Fermín Álvarez explica que suelen ser "faltas de concentración, indecisiones, pequeños detalles que pueden decidir una jugada. Lo que va de que se aborte una jugada a que la aproveches para marcar un gol". Otra lección que tienen que aprender estos futbolistas es en qué club están jugando. Fermín Álvarez lo tiene muy claro: "Están en el Oviedo, no en otro equipo menor. Por eso tienen que estar dispuestos a aprender todos los días, hay que dar el callo y siempre buscar lo mejor para todo el equipo. Han de saber donde están".