Al día siguiente del baño de la Real Sociedad al Barça, se hablaba tanto de la incapacidad de Luis Enrique como de la excelencia de Eusebio. Algunos han necesitado un partido "top" para descubrir lo que el entrenador vallisoletano lleva haciendo ocho años. Porque el Celta de Eusebio y el Barcelona B de Eusebio jugaban muy bien al fútbol. Pero claro, estamos hablando de una persona de 1,71 y de un perfil mediático tan bajo como su talla. Eusebio Sacristán no presume, no monta numeritos en la banda ni en la sala de prensa, no politiquea con directivos ni periodistas, no se mete con los árbitros. Él va a lo suyo, como en su época de futbolista, tan discreto como cumplidor. Sólo necesita tiempo y unos jugadores que se adapten a su idea de fútbol para que todo fluya. Algún día, cuando los resultados le den la espalda, se tendrá que ir, a la espera de que algún directivo vuelva a reparar en un tipo que merece la pena.
