La buena temporada que está realizando el Unión Financiera ya tiene una primera consecuencia positiva: se han metido en la lucha por clasificarse para disputar la Copa Princesa. Un título que se juegan el primer y el segundo clasificado de la LEB Oro al término de la primera vuelta. El conjunto ovetense está en el grupo de cabeza, con nueve victorias y cuatro derrotas, empatado con otros cuatro equipos (Palencia, Lleida, Guipúzcoa y Breogán) en la primera posición. Podría adelantarse el Breogán, que juega hoy el partido atrasado que tiene contra el Coruña. Los coruñeses, en caso de ganar, se unirían a ese quinteto que encabeza la tabla.

Una lucha encarnizada que el Unión Financiera encara con cuatro compromisos asequibles si se atiende al puesto de sus rivales. El sábado (20 horas) visitan al Marín Peixegalego, equipo que lleva tres derrotas consecutivas y que tan solo ha logrado tres victorias. El conjunto ovetense se encontrará allí con dos exjugadores del club, los dos de la temporada pasada: el pívot Mario Cabanas y el escolta Andrés Miso.

La siguiente semana los de Carles Marco volverán a Pumarín y lo harán para recibir al Palma Air Europa, un equipo que, con seis victorias, ocupa la décima posición. El Unión Financiera ha ganado sus siete partidos en casa y tratará de mantener la racha ante un equipo que lleva una racha de tres derrotas pero que cuenta con una plantilla para estar más arriba en la tabla. El último desplazamiento de la primera vuelta se presenta quizás como el compromiso más complicado de los que le quedan. El equipo carbayón visita a una de las revelaciones, el Araberri, entrenado por el mierense Arturo Álvarez. Los de Vitoria llevan ocho victoria, sólo una menos que los ovetenses. Un equipo en el que está brillando el exjugador del Unión Financiera Zaid Hearst.

El 30 de diciembre visitará Pumarín el Barcelona B para finalizar la primera vuelta. Un colista que acaba de fichar nada menos que al base Víctor Sada, que llegó a jugar con la selección española. Una traca final que podría convertirse en toda una fiesta si los ovetenses se clasifican para una apetitosa Copa.