El Caudal tiró de casta para imponerse a uno de los mejores equipos del grupo como es el Celta B. A los mierenses no les quedó otra que sobreponerse a la adversidades para alejarse del descenso. Los de Ania tiraron de épica ante el tempranero tanto de Borja Iglesias, la controvertida expulsión de Óscar Pérez cuando no se había llegado a la media hora y a un arbitraje sibilino de González Esteban para imponerse a un filial celtiña que nunca estuvo cómodo en el Hermanos Antuña y que se fue de vacío pese a jugar 66 minutos en superioridad numérica. Los Tantos de Cristian, Colo y un tercero antológico Roni certificaron un triunfo clave que otorga a los mierenses un colchón de cuatro puntos respecto al descenso.

La visita del Celta B era esperada en Mieres con mucha precaución y más cuando el Caudal acumulaba tres derrotas consecutivas que le acercaban al abismo del descenso cuando restaban dos jornadas para llegar al ecuador de la temporada, pero al final acabó siendo una victoria épica y un subidón en la autoestima mierense.

Los de Ania sabían que el filial celeste era un conjunto de mucha calidad, con un Borja Iglesias al que se le queda pequeña la categoría, y muy pronto lo pudieron comprobar. Gus Ledes envió un pase a la espalda de la zaga mierenses para dejar solo a Borja Iglesias ante Bussman, al que batió por alto.

El 0-1 parecía dejar fuera de combate a los de Ania pero comenzó la tarde épica mierense. Cristian empató en el minuto 21 a la salida de una falta lateral botada por Jaime, pero poco después González Esteban mostró a Óscar Pérez la segunda cartulina amarilla dejando a los caudalistas con uno menos. Al Caudal le tocaba remar a contracorriente, pero sólo seis minutos más tarde, en el 30, Colo cabeceaba a la red otra falta sacada por Jaime para poner en ventaja a los locales.

Ania reaccionó desde el banquillo tocando a trincheras. Dio entrada a David González por Ernesto pasando a jugar con cinco defensas. La idea era clara: evitar el juego interior de los talentososo jugadores celestes y con el 2-1 se llegó al descanso.

En la segunda parte el Celta B se volcó sobre la meta de Bussman aunque fue Braulio quien tuvo la primera ocasión en una volea que Iván Villar despejó a córner. Con el paso de los minutos el filial vigués se volcó más y en dos jugadas interiores tuvieron el empate. Ahí surgió la figura de un Bussman que detuvo hasta dos mano a mano ante Hicham que hubieran significado el tanto del empate. Y cuando el 2-2 parecía estar más cerca llegó la acción de Roni. Pura maravilla.

El caudalista salió en velocidad en una contra, se fue de hasta cuatro defensores en un palmo de terreno y dribló al meta para marcar escorado el tanto de la temporada. Era el 3-1 y todo parecía sentenciado (minuto 79) pero el colegiado volvió a ser protagonista al señalar un inexistente penalti de Cristian que transformó Borja Iglesias haciendo eternos los últimos minutos.