Siete partidos después, el Lealtad volvió a cantar victoria en su visita al campo del Somozas, una plaza propicia de donde ya se llevó el botín el año pasado. El equipo de Villaviciosa tuvo que remontar ante el colista para llevarse un trabajado triunfo que le permite ganar oxígeno y seguir alejándose de los puestos de descenso a Segunda B, actualmente a cinco puntos. Los de Roberto Aguirre se vienen arriba con un triunfo que les permite mantener la inercia positiva de las últimas semanas, con dos empates de prestigio (ante la Ponferradina y el líder Cultural) y la victoria de ayer frente al Somozas.

El encuentro fue competido y no tuvo un dominador claro, con momentos de control para uno y otro equipo en la primera parte y dominio visitante tras la reanudación. Al principio, el Somozas lo intentó con más criterio ante un Lealtad que apostó más por el juego en largo y los balones a la espalda de la defensa local. En el minuto 16, Arkaitz adelantó al Somozas a la salida de un córner, tras una buena dejada de Baleato. Hasta ese momento, hubo pocas noticias de los maliayeses, que se estiraron y se fueron a por el empate. Un disparo de Muñiz desviado precedió a varios acercamientos de los gallegos, que llegaban a las inmediaciones del área de Javi Porrón, pero sin peligro. El partido era trabado e igualado y, cerca del descanso, Camporro encontró el empate en un certero disparo desde fuera del área. El tanto cayó como un jarro de agua fría a los locales y espoleó al Lealtad, que pasó a ser el dueño del partido.

El equipo de Villaviciosa salió con más ambición e intensidad a la vuelta del descanso y sus acercamientos al área rival se convirtieron en goles. El 1-2 llegó tras un fuerte disparo de Camporro por el centro con el que batió a Manda. La alegría duró poco, pues cinco minutos mas tarde el cuadro local volvió a poner las tablas en el marcador con un nuevo tanto de Arkaitz. Este recibió en el área tras un desmarque, y después de regatear de forma sutil a su par, envió la pelota al fondo de la portería defendida por Porrón.

El duelo llegaba igualado al último tercio, abierto y con opciones para uno y otro equipo, cuando en el minuto 76 el árbitro sancionó con penalti un agarrón de Pablo a David Grande. El delantero del Lealtad transformó la pena máxima para dejar en 2-3 el resultado y dar el triunfo a los asturianos. La jugada indignó a los locales, que sufrieron al final las expulsiones de Antonio y su entrenador Antonio López "Stili". El Lealtad llega al último duelo del año ante al Coruxo en una cómoda posición en la tabla.