Los presidentes del Roces y el Llano 2000 han unido fuerzas para aclarar lo sucedido durante el partido que, el pasado viernes, tuvo que suspenderse después de que algunos de los padres de los niños de cinco años que participaban en el encuentro, invadieran la cancha entre protestas por una acción del juego. Los dos dirigentes aseguran que han abierto una investigación para depurar responsabilidades, de manera conjunta con la empresa organizadora del torneo, y condenan cualquier comportamiento incívico en el fútbol base. Lo hacen después de ofrecer a LA NUEVA ESPAÑA su versión sobre los hechos y subrayando que ambas entidades están avaladas por años de trabajo en favor de la formación deportiva y educativa de los más pequeños.

"Los padres de los jugadores del Llano 2000 tuvieron un comportamiento ejemplar", sentencia Marcelino Álvarez, presidente del Llano 2000, tras "informarme en el club de los sucedido y hablar también con la gente del Roces". Además, subraya que fue el entrenador de su equipo el que pidió parar el encuentro. "Empezó a escuchar las protestas de algunos padres, pero de jugadores del Roces, y le dijo al árbitro que parase el partido y pusiera el resultado que quisiera, que así no se podía seguir", añade. Fue el momento en el que el árbitro consultó a la empresa organizadora del torneo, P&L Global, que le instó a la suspensión del partido. Marcelino Álvarez admite que "ningún club está libre de verse inmerso en este tipo de situaciones en algún momento. No nos cuesta pedir disculpas si fuera necesario, pero en esta ocasión no podemos pagar por cosas que no hemos hecho". Lo hace tras mostrar su sorpresa por la repercusión de un capítulo "con muchos matices y que no tiene nada que ver con nuestra filosofía".

"Si la culpa ha sido nuestra, esos padres se van fuera del club, pero de manera rápida", asegura, por su parte, José Mariano Rodríguez, presidente del Roces, que explica que "nos van llegando cosas sobre lo sucedido, pero de manera deshilachada". El dirigente del club gijonés asegura que no tolerará comportamientos entre progenitores que comprometan el juego o el desarrollo de la formación de los pequeños. "A esos padres los invitamos a abandonar el club, es algo que siempre hemos hecho, no ahora", recalca. José Mariano Rodríguez también invita a calmar los ánimos por algo que considera que se ha sobredimensionado. "Cosas así ocurren cientos de veces, se para y no pasa nada. En todo caso, no quiero disculpar nada", aclara.

El crecimiento del Llano 2000 y del Roces durante los últimos años les ha consolidado como dos clubes de referencia en el fútbol base gijonés, no sólo en la formación, también en lo competitivo. Una progresión compartida con una rivalidad que, sus dirigentes, no quieren que adquiera ninguna lectura negativa, ni que tampoco se lleve a malas interpretaciones que diluyan su reconocida labor deportiva.