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Presidente del Avilés

"El Avilés no tiene precio porque no vendo"

"El futuro del club no está en juego, los malos años ya pasaron después del intento para que desapareciera"

José María Tejero. MARA VILLAMUZA

La llegada de la mexicana IQ Finanzas abre una nueva etapa en el Avilés que el presidente, José María Tejero, vive con la máxima ilusión después del fracaso que supuso la cesión de la gestión a Real Avilés Nueva Gestión (Golplus) en junio de 2011 y al empresario escocés John Clarkson en noviembre de 2014.

-¿Tanto cambio significa que el modelo es erróneo?

-No, eso quiere decir que la gente tiene confianza en las posibilidades del Avilés. El tiempo, por desgracia, les viene a quitar la razón, aunque esperamos que esta vez no sea así.

-¿Por qué insiste en la fórmula de ceder la gestión?

-Porque una parte de la afición no quiere que estemos aquí. Y como lo importante es el club dejamos paso a gente que quiera luchar realmente por el Avilés. La pena es que los de aquí nunca quisieron, pese a que hemos hecho la oferta en varias ocasiones.

-¿Fue una liberación la llegada de IQ Finanzas?

-En absoluto. Su llegada me ha dado más ilusión y ganas porque veo que el Avilés es interesante para mucha gente. Por eso vienen a luchar desde el otro lado del océano.

-¿Qué habría pasado sin su llegada?

-Lo de siempre, que al final se habría solucionado todo. Hubiese llegado otra gente porque llevaba tres meses negociando con varios grupos. La mayoría quería comprar, pero mantuve mi posición y al final llegó el grupo que se conforma con la gestión, que era la única puerta para entrar al Avilés.

-Es decir, no quiere vender.

-De momento no, salvo que alguien pague lo que vale el Avilés. Y lo que vale no lo digo yo, lo dice la llegada de gente de fuera con mucha ilusión y con dinero para hacerlo grande.

-¿Sigue valiendo los tres millones que le pidió a Clarkson?

-Nunca le pedí tres millones a Clarkson. El Avilés no tiene precio porque no lo quiero vender. Eso no quiere decir que alguien ofrezca y nos encaje, pero de momento no tengo ninguna cifra.

-¿Cuánto se puede ahorrar con esta operación?

-No lo sé, lo que ellos gasten me lo ahorro yo.

-¿Retrasó usted intencionadamente los pagos?

-No. Las negociaciones se remontan a antes del verano, el problema es que todos querían comprar. No había que demorar nada porque yo sabía que de una manera o de otra la situación se iba a solucionar en diciembre y así fue.

-¿Por qué es diferente este proyecto de los anteriores?

-La diferencia está en los conceptos. Golplus llegó con un proyecto de ilusión que se basó en las grandes expectativas que genera la ciudad. Sabían que les iba a costar dinero y lo aceptaron, pero después de tres años vieron que aquí no se respondía, que el problema del Avilés no era Tejero. Y lógicamente lo dejaron. Lo de Clarkson fue otra historia. Es un hombre que se puede permitir el lujo de gastar un dinero para tener un equipo con nombre y entrenarlo. Con IQ Finanzas hablamos de gente que llega del mundo financiero y que ve en el Avilés posibilidades de negocio. El Avilés forma parte de su cartera y van a apostar fuerte para llegar pronto a la Liga Profesional, donde está el negocio del fútbol.

-¿Qué significaría para el club el fracaso de IQ?

-Habría que ver los motivos, pero estoy convencido de que no va a ser así, sobre todo si la ciudad apoya.

-¿Siente que está en juego la supervivencia del Avilés?

-No, los años malos ya pasaron después del intento para que desapareciera. Eso está superado y el Avilés va a seguir. Sólo necesitamos gente como ésta, que lo potencien económica y deportivamente y lo lleven a la Liga Profesional.

-¿Hay equipo para subir?

-Yo confío en los jugadores que hay porque José Luis Tamargo ha hecho una plantilla más compensada que el pasado año, con más empaque y experiencia. No tendría que tener problemas para ser campeón y subir, aunque el fútbol tiene muchos condicionantes. Lo que me preocupa es que hemos encajado demasiados goles, sobre todo a balón parado. Eso tiene que tener explicación.

-¿Incluye el acuerdo alguna actuación del presidente si está en riesgo el futuro del club?

-No. Hay que partir de la buena fe de las personas y pensar que nadie mete dinero para perderlo. Tengo claro que cualquier persona que trabaje por y para el Avilés no viene a destruirlo. Deportivamente, no se pueden controlan las situaciones, pero está claro que se pretende mejorar el club para darle más valor.

-¿Hay algún compromiso para potenciar la cantera?

-El compromiso es total. Esta gente apuesta por el club y lógicamente los jugadores más rentables y baratos son los de casa. Ellos lo saben y trabajarán cada en este sentido. Este año se intentará recuperar las categorías perdidas, aunque donde se genera la riqueza es en el primer equipo.

-¿Por qué esta temporada hubo problemas de pago desde el primer mes?

-Porque este club genera lo que genera y alguien tiene que poner el dinero. El año pasado, cuando tuve que coger el club, hice una apuesta y cuando llegó el fracaso me planteé dar opción a alguien que lo haga mejor.

-¿Tan malo fue el año?

-Si, tanto económica como deportivamente porque no se subió a pesar de que había una súper plantilla. Además dimos un lamentable espectáculo en el último partido porque nos comieron unos chavales que no eran ni medianamente profesionales. Costó mucho dinero, incluso más que este año, pero eso es historia. Lo que importa es el futuro y creo que IQ tiene claro como puede generar un nivel deportivo y económico.

-¿Se volverán a ver 4.000 espectadores en el campo a pesar de la división de la afición?

-Yo creo que no hay ninguna división, sólo que ahora hay gente que comparte dos equipos y, de hecho, se han retirado los carnés mayoritariamente. IQ va a intentar subir al equipo para ilusionar a la gente, sobre todo a los nuevos, porque el seguidor del Avilés volverá en cuanto el equipo esté arriba. Y creo que lo lograrán.

-¿A pesar de que José María Tejero no se fue del todo?

-Es verdad que hay gente que no va a volver mientras yo esté, pero son cien o doscientas personas, y en cuanto el equipo recupere el nivel van a volver.

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